Arrepentimiento

Arrepentimiento

El arrepentimiento, en Hebreo תשובה, significa literalmente “volver”, es dejar el pecado el cual es la violación de los mandamientos de Dios (Éxodo 20) (1 Jn. 3:4) para volver a Dios a guardar sus mandamientos. Jesús murió en expiación por nuestros pecados y resucito al tercer día para dar arrepentimiento y perdón de los pecados a todas las personas que creen en él.[1]

Contenido

Arrepentimiento y remordimiento en la Biblia

El término griego que se traduce arrepentimiento en la Biblia da la idea de un cambio de mente, a un cambio de actitud. El arrepentimiento es dar media vuelta. Arrepentimiento y remordimiento parecen, en principio, lo mismo. Se pueden ejemplificar en las actitudes de Judas y de Pedro respecto a Jesús. Judas lo traicionó pero se sintió mal por sus acciones y devolvió el dinero que le dieron, tuvo remordimiento de conciencia y como resultado se ahorcó. Pedro negó a Jesús, y aún maldijo. Él se sintió mal y seguramente se arrepintió, porque cuando Jesús resucitó, el ángel le dijo a las mujeres que fueron a la tumba vacía que anunciaran a los discípulos que había resucitado, pero menciona especialmente a Pedro. Remordimiento es sentirse mal y atacarse a uno mismo mientras que arrepentimiento es sentirse mal y pedirle perdón al ofendido. Uno de los mayores ejemplos del arrepentimiento se encuentra el día que Zaqueo recibió la visita de Jesús en su casa, cuando la gente criticaba porque el señor cenaba con un pecador. Y Zaqueo dijo: Señor, doy la mitad de mis bienes a los pobres y si en algo he defraudado a alguien se lo devuelvo cuadruplicado. El arrepentimiento no es algo que se hace una sola vez, sino algo que Jesús nos llama a practicar una y otra vez hasta que Él regrese. El arrepentirse de corazón es un acto tierno, humilde y valioso haciendo que responda rápidamente al dolor espiritual cuando se enfrenta a la Palabra de Dios.


ARREPENTIMIENTO En el Antiguo Testamento “arrepentirse”, o algún equivalente, es invariablemente la traducción de dos términos: naµh(‘lamentar, cambiar de idea’) y sûuÆb_ (en el sentido de “volverse, retornar”).

Es infrecuente el uso de naµhpara el hombre (Ex. 13.17; Job 42.6; Jer. 8.6; 31.19), pero se aplica regularmente a Dios, cuando a menudo se dice que Dios “se arrepiente del mal” propuesto o iniciado. Este lenguaje vigoroso proviene de la comprensión israelita de la actitud de Dios hacia el hombre en función de una relación personal. Este lenguaje no significaba, naturalmente, que Dios fuera inconstante o arbitrario sino simplemente que la relación era cambiante. En particular, cuando el hombre se aleja voluntariamente de la dirección y el cuidado de Dios descubre que la consecuencia, determinada por Dios, de su mal proceder es un mal aun mayor (Gn. 6.6s; 1 S. 15.11, 35; 2 S. 24.16; Jer. 18.10). Pero la persona que se arrepiente, aun a última hora, la persona que se vuelve (nuevamente) a Dios, encuentra a un Dios de misericordia y amor, y no de juicio (Jer. 18.8; 26.3, 13, 19; Jon. 3.9s; en Ex. 32.12–14 y Am. 7.3, 6 vemos destacada la importancia del intercesor dispuesto a presentarse delante de Dios en nombre de su pueblo). De modo que aunque no se pone en tela de juicio la firmeza del juicio de Dios en contra del *pecado (Nm. 23.19; 1 S. 15.29; Sal. 110.4; Jer. 4.28; Ez. 24.14; Zac. 8.14), una y otra vez se ha mostrado como un Dios benevolente, fiel a su pueblo aun cuando este le haya sido infiel; un Dios, en otras palabras, “que se arrepiente del mal” (Ex. 32.14; Dt. 32.36; Jue. 2.18; 1 Cr. 21.5; Sal. 106.45; 135.14; Jer. 42.10; Jl. 2.13s; Jon. 4.2).

El llamado al arrepentimiento es, en lo que respecta al hombre, un llamado para que vuelva (sûuÆb_) a colocarse bajo la dependencia de Dios, a la que se debe por su carácter de criatura (y por el compromiso del pacto). Estos llamados eran particularmente frecuentes en los profetas preexílicos. Am. 4.6–11 muestra claramente que el mal determinado por Dios como consecuencia del pecado de Israel no es rencoroso ni vengativo, sino que más bien está destinado a hacer que Israel se arrepienta. El que hace el mal se da con un mal mayor determinado por Dios. Pero el que se arrepiente de su maldad encuentra un Dios que también se arrepienee de su mal. Una de las súplicas más elocuentes tocante al arrepentimiento aparece en Os. 6.1–3 y 14.1–2: es de una súplica en la que alternan la esperanza y la desesperanza (3.5; 5.4; 7.10), siendo particularmente conmovedor 11.1–11. Igualmente conmovedoras son las esperanzas de Isaías expresadas en el nombre de su hijo Sear-jasub (“un remanente volverá”, 7.3; véase tamb.tamb. también 10.21s; 30.15; compárese 19.22) y las súplicas de Jeremías (3.1–4.4; 8.4–7; 14.1–22; 15.15–21); en ambos casos vemos una mezcla de presagios y desesperanza (Is. 6.10; 9.13; Jer. 13.23).

Otras expresiones vigorosas son Dt. 30.1–10; 1 R. 8.33–40, 46–53; 2 Cr. 7.14; Is. 55.6–7; Ez. 18.21–24, 30–32; 33.11–16; Jl. 2.12–14. Véase tamb.tamb. también esp.esp. especialmente 1 S. 7.3; 2 R. 17.13; 2 Cr. 15.4; 30.6–9; Neh. 1.9; Sal. 78.34; Ez. 14.6; Dn. 9.3; Zac. 1.3s; Mal. 3.7. El ejemplo clásico de arrepentimiento nacional fue el que encabezó Josías (2 R. 22–23; 2 Cr. 34–35).

En el Nuevo Testamentolas voces trad.trad. traductor, traducción, traducido “arrepentimiento” son metanoeoµ y metamelomai. En griego generalmente significan “cambiar de pensamiento” y también “lamentar, sentir remordimiento” (es decir acerca de lo que se sostenía anteriormente). Encontramos esta nota de remordimiento en la parábola del publicano (Lc. 18.13), probablemente en Mt. 21.29, 32; 27.3 y Lc. 17.4 (“Me arrepiento”), y más explícitamente en 2 Co. 7.8–10. Pero el uso neotestamentario se ve influido en mayor medida por la voz veterotestamentaria sûuÆb_; o sea que el arrepentirse no es simplemente lamentar o cambiar de pensamiento sino hacer un vuelco completo, producir una completa y total alteración de la motivación básica y la dirección de la vida del individuo. Por ello, la mejor trad.trad. traductor, traducción, traducido de metanoeoµ es a menudo “convertirse”, o sea “volverse” (* Conversión). También nos ayuda a explicar por qué Juan el Bautista exigía el *bautismo como expresión de este arrepentimiento, no sólo para los “pecadores” evidentes sino también para los judíos “justos”: el bautismo como acto decisivo de volverse de la antigua forma de vida y entregarse a la misericordia de aquel que ha de venir (Mt. 3.2, 11; Mr. 1.4; Lc. 3.3, 8; Hch. 13.24; 19.4).

El llamado de Jesús al arrepentimiento poco se menciona explícitamente en Mr. (1.15; compárese 6.12) y Mt. (4.17; 11.20s; 12.41); mientras que Lc. se encarga de destacarlo (5.32; 10.13; 11.32; 13.3, 5; 15.7, 10; 16.30; 17.3s; compárese 24.47). Sin embargo, otros dichos e incidentes en los tres evangelios mencionados expresan muy claramente el carácter del arrepentimiento que exigió Jesús a lo largo de todo su ministerio. Su naturaleza radical, como un vuelco y un retorno completos, se pone de manifiesto en la parábola del hijo pródigo (Lc. 15.11–24). Su carácter incondicional surge de la parábola del fariseo y el publicano; el arrepentimiento significa reconocer que uno no tiene absolutamente ningún derecho ante Dios, y entregarse sin excusas o intentos de justificación a la misericordia de Dios (Lc. 18.13). El acto de dar las espaldas a los valores y el estilo de vida anteriores queda evidenciado en el encuentro con el joven rico (Mr. 10.17–22) y con Zaqueo (Lc. 19.8). Por sobre todas las cosas, Mt. 18.3 aclara muy bien que convertirse significa llegar a ser como un niño, es decir, reconocer la propia inmadurez y la incapacidad de vivir alejado de Dios, y aceptar una total dependencia de él.

El llamado al arrepentimiento (y la promesa del perdón) es un rasgo constante del relato que hace Lucas de la predicación de los primeros cristianos (Hch. 2.38; 3.19; 8.22; 17.30; 20.21; 26.20). Aquí el término metanoeoµ se complementa con epistrefoµ (‘darse vuelta, retornar’, Hch. 3.19; 9.35; 11.21; 14.15; 15.19; 26.18, 20; 28.27) donde metanoeoµ significa más bien alejarse (del pecado), y epistrefoµ volverse hacia (Dios) (véase esp.esp. especialmente Hch. 3.19; 26.20), aunque los dos términos pueden incluir ambos sentidos (como en Hch. 11.18; 1 Ts. 1.9).

Según Hch. 5.31 y 11.18, resulta claro que no hubo dificultad en describir el arrepentimiento como un don de Dios y al mismo tiempo como responsabilidad del hombre. Al mismo tiempo se cita varias veces Is. 6.9–10 como explicación de la razón por la cual los hombres no se convierten (Mt. 13.14s; Mr. 4.12; Jn. 12.40; Hch. 28.26s).

El autor de la Carta a los Hebreos también indica la importancia del arrepentimiento inicial (6.1), pero si bien cuestiona la posibilidad de un segundo arrepentimiento (6.4–6; 12.17), otros son aun más categóricos en su creencia de que los cristianos pueden y necesitan arrepentirse (2 Co. 7.9s; 12.21; Stg. 5.19s; 1 Jn. 1.5–2.2; Ap. 2.5, 16, 21s; 3.3, 19).

Hay pocas referencias adicionales al arrepentimiento en el Nuevo Testamento(Ro. 2.4; 2 Ti. 2.25; 2 P. 3.9; Ap. 9.20s; 16.9, 11). No debemos dar por supuesto que el tema del arrepentimiento y el *perdón surgía invariablemente en la predicación primitiva. Pablo en particular raramente usa estos dos conceptos, y no aparecen para nada en el evangelio y las epístolas de Juan, mientras que ambos recalcan fuertemente que la vida cristiana comienza con una entrega decisiva en un acto de *fe.

Arrepentimiento en Derecho

En el ámbito del Derecho penal, existen ejemplos de sistemas normativos que garantizan determinados beneficios que buscan alentar a quien, aun habiendo sido participe —necesario o no— de un delito, su colaboración con la tarea de la justicia, a quien colabora con un trato mediante, se le tipifica como "arrepentido". Puede ser una circunstancia atenuante.

Arrepentimiento en el arte

Se denomina arrepentimiento a la acción de al realizar un error en el cuadro, en vez de borrarlo, dejarlo para que posteriormente se vea el proceso por el que se ha pasado para pintar dicho cuadro. Un artista que solía usar este tipo de acción fue Velázquez, el ejemplo más notorio se puede observar en el cuadro de Felipe IV a caballo, en las patas traseras del animal.

Bibliografía

Referencias

  1. http://www.yeshuajai.com/como-ser-salvo Las Buenas Noticias de Dios

Bibliografía. °J. Jeremias, Teología del Nuevo Testamento, 1974; °J.-J. von Allmen, Vocabulario bíblico, 1973; °G. Bornkamm, Jesús de Nazaret, 1975; J. Baillie, Regeneración y conversión, 1956; J. A. Soggin, “Volver”, °DTMAT°DTMAT este Jenni y C. Westermann (eds.), Diccionario teológico manual del Antiguo Testamento, trad. del alemán por J. A. Mugica, 1978, (véase THAT), tomo(s) II, cols. 1110–1118; F. Laubach, J. Goetzmann, L. Coenen, “Conversión, penitencia, arrepentimiento”, °L. Coenen, E. Beyreuther, H. Bietenhard, Diccionario teológico del Nuevo Testamento, en 4 tomos. (título original en alemán theologisches Regriffslexicon zum Neuen Testament, 1971), edición preparada por M. Sala y A. Herrera, 1980–85, tomo(s) I, página(s) 331–338; C. G. Kromminga, “Arrepentimiento”, °DT°DT Diccionario de teología (TELL), 1985, 1985, página(s) 65–66; L. Berkhof, Teología sistemática, 1972, página(s) 580ss; K. Rahner, “Arrepentimiento”, Sacrameatum mundi, 1976, tomo(s) I, cols. 413–420; W. Eichrodt, Teología del Antiguo Testamento, 1975, tomo(s) II, página(s) 460–469; K. H. Schelkle, Teología del Nuevo Testamento, 1975,t.III, página(s) 111–124.

G. Bertram, epistrephoµ, G. Kittel y G. Friedrich (eds.), Theologisches Wörterbuch zum Neuen Testament, 1932–74; trad. ing. Theological Dictionary of the New Testament, eds. G. W. Bromiley, 10 tomos, 1964–76 7, página(s) 722–729; G. Bornkamm, Jesus of Nazareth, 1960, página(s) 82–84; J. Jeremias, New Testament Theology, 1: The Proclamation of Jesus, 1971, página(s) 152–158; O. Michel, metamelomai, G. Kittel y G. Friedrich (eds.), Theologisches Wörterbuch zum Neuen Testament, 1932–74; trad. ing. Theological Dictionary of the New Testament, eds. G. W. Bromiley, 10 tomos, 1964–76 4, página(s) 626–629; J. P. Ramseyer, en J. J. von Allmen (eds.eds. edición, editor(es), editado), Vocabulary of the Bible, 1958, página(s) 357–359; A. Richardson, An Introduction to the Theology of the New Testament, 1958, página(s) 31–34; este Würthein y J. Behm, metanoeoµ, G. Kittel y G. Friedrich (eds.), Theologisches Wörterbuch zum Neuen Testament, 1932–74; trad. ing. Theological Dictionary of the New Testament, eds. G. W. Bromiley, 10 tomos, 1964–76 4, página(s) 975–1008; F. Laubach, J. Goetzmann, C. Brown (eds.), The New International Dictionary of New Testamento Theology, 3 tomos, 1975–8 1, página(s) 353–359.

J.D.G.D.J.D.G.D. J. D. G. Dunn, M.A., B.D., Ph.D., Profesor de Nuevo Testamento, Universidad de Nottingham, Inglaterra.


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  • arrepentimiento — (De arrepentirse). 1. m. Pesar de haber hecho algo. 2. Pint. Enmienda o corrección que se advierte en la composición y dibujo de los cuadros y pinturas. arrepentimiento activo. m. Der. El que manifiesta el reo en actos encaminados a disminuir o… …   Diccionario de la lengua española

  • arrepentimiento — sustantivo masculino 1. Sentimiento de la persona que se arrepiente de algo que ha hecho: Actuó mal, pero se nota que tiene arrepentimiento …   Diccionario Salamanca de la Lengua Española

  • arrepentimiento — ► sustantivo masculino 1 Sentimiento de pesar por una acción o una omisión pasadas: ■ tuvo un arrepentimiento efímero. 2 PINTURA Corrección que se advierte en el dibujo o la composición de una pintura. FRASEOLOGÍA arrepentimiento activo DERECHO… …   Enciclopedia Universal

  • arrepentimiento — {{#}}{{LM A03453}}{{〓}} {{SynA03529}} {{[}}arrepentimiento{{]}} ‹a·rre·pen·ti·mien·to› {{《}}▍ s.m.{{》}} {{<}}1{{>}} Pena o pesar que se siente por haber hecho algo: • Su arrepentimiento era sincero, y prometió remediar el mal que había… …   Diccionario de uso del español actual con sinónimos y antónimos

  • arrepentimiento — (m) (Intermedio) sensación de peso que siente alguien por haber hecho una cosa mala Ejemplos: Siempre se porta con crueldad con los demás niños, pero nunca siente arrepentimiento. Vino con un ramo de flores, mostró arrepentimiento y me pidió… …   Español Extremo Basic and Intermediate

  • arrepentimiento — sustantivo masculino compunción, contrición, atrición, pesar. Compunción ofrece matiz atenuado y más íntimo. Contrición y atrición son casi exclusivamente términos religiosos, que se distinguen entre sí dentro de la idea de arrepentimiento. * * * …   Diccionario de sinónimos y antónimos

  • arrepentimiento — m. Pesar de haber hecho alguna cosa …   Diccionario Castellano

  • arrepentimiento activo — ► locución DERECHO El que manifiesta el reo con actos destinados a reparar el daño ocasionado o facilitando su castigo, y que constituye una circunstancia atenuante …   Enciclopedia Universal

  • arrepentimiento activo — Derecho. El que manifiesta el reo en actos encaminados a disminuir o reparar el daño de un delito, o a facilitar su castigo. Es circunstancia atenuante …   Diccionario de Economía Alkona

  • arrepentimiento activo — Derecho. El que manifiesta el reo en actos encaminados a disminuir o reparar el daño de un delito, o a facilitar su castigo. Es circunstancia atenuante …   Diccionario de Economía

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