Templete o Humilladero de San Onofre

El Templete o Humilladero de San Onofre es un monumento religioso construido junto al camino real que unía a la metrópolis de Sevilla con Córdoba.

Tenía una función religiosa para acoger las jaculatorias de los creyentes que invocando a algún santo (en este caso San Onofre) creían poder hacer un camino mejor. Conocido en el barrio sevillano de San Jerónimo (donde se encuentra) por el santo negro, efigie metálica de un Jesús bendiciendo, que sustituyó al eremita en lo relativo a la protección de los caminantes.

Existen muchas hipótesis del porqué de su ubicación y según alguna leyenda fue el lugar donde paró el caballo el rey Fernando III (patrón de la ciudad). Otras hipótesis puede tratarse también del final de un via crucis, tal como se hacía en con el de la Cruz del Campo, el otro humilladero, en este caso empezaría en el hospital de San Lázaro, sería el final donde los leprosos llevarían sus plegarias en un recorrido mas corto debido a su mal estado físico. También creen algunos autores ser el lugar donde encontraron al gobernador almohade Axataf, para la entrega de las llaves de la ciudad.

Descripción

Aparecido dentro de otro edificio derribado en 1914. Fue el catedrático de historia del arte Diego Angulo Íñiguez quien lo describió y documentó. datándolo a fines del siglo XV durante el reinado de los Reyes Católicos dentro del estilo el gótico [mudéjar] todavía imperante en Andalucia Occidental en esa época.

Se trata de un edificio a cuatro aguas con arcos góticos apuntados rematados con puntas de diamantes y un baquetón que los recorre enmarcándolo.

En el interior, cuatro semicolumnas adosadas con basa y capitel de mocárabes, únicos en su género donde terminan las nervaduras de un arco de crucería que sostienen un pinjante. Se corona con una doble cruz papal, traída expresamente de una de las torres derruidas del monasterio de San Jerónimo en hierro forjado del siglo XVI.

Situación actual

En la actualidad, se encuentra en un estado de grave deterioro debido a la dejadez de todas las administraciones sevillanas, durante los siglos XX y XXI.