Víctor Manuel de Saboya y Sajonia Coburgo

Víctor Manuel de Saboya y Sajonia Coburgo

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Víctor Manuel de Saboya y Sajonia Coburgo Gotha (nombre completo en italiano: Vittorio Emanuele Alberto Carlo Teodoro Umberto Bonifacio Amedeo Damiano Bernardino Gennaro Maria di Savoia-Carignano Sassonia-Coburgo-Gotha), (Nápoles, 12 de febrero de 1937). Príncipe de Nápoles hasta 1946, hijo del último Rey de Italia, Humberto II, y de María José de Bélgica, hija de Alberto I, Rey de los belgas.

A los 9 años se convierte en Príncipe heredero de Italia, cuando su padre Humberto II es ascendido al trono por la abdicación de su abuelo, Víctor Manuel III en 1946. Sin embargo, su sueño de ser algún día Rey de Italia se vería frustrado a tan sólo 33 días del reinado de su padre a raíz del referéndum, cuyo resultado (muy controvertido y nunca clarificado del todo) se inclinó por la República, que reemplazó a una Monarquía desacreditada por errores cometidos por su abuelo (entre ellos, el haber entregado el gobierno del país a Benito Mussolini). Tuvo que abandonar Italia con su familia real rumbo a Portugal y luego a Suiza. Pese a la oposición de sus padres, se casa civilmente con una burguesa suiza, Marina Ricolfi Doria, en 1970 en Las Vegas (Nevada, EE. UU.), matrimonio que formaliza por el rito católico el año siguiente en Teherán (Irán). De su matrimonio nació su único hijo, Manuel Filiberto (Ginebra, 1972). Tras la muerte de su padre Humberto II en 1983, más de una vez reclamó al gobierno italiano reconsiderar la Constitución de la República Italiana, la cual en una disposición transitoria prohibía la entrada de los descendientes masculinos del último Rey al territorio italiano. Contó con el firme apoyo de su madre, la ex Reina María José, quien manifestó que no regresaría a Italia sin su propio hijo, a menos que se modificara el precepto que limitaba a las mujeres Saboya el derecho de retornar a su país. Poco después del fallecimiento de la última Reina de Italia (enero de 2001), el Papa Juan Pablo II ejerció su influencia sobre el parlamento italiano por petición expresa de Víctor Manuel y gracias a esa influencia se logró abolir la disposición constitucional que no le permitía volver a Italia. En diciembre de 2002, el Príncipe Víctor Manuel de Saboya pudo arribar a Roma tras casi 60 años de exilio, en compañía de su esposa Marina Doria y de su hijo Emanuele Filiberto, quien no tenía la nacionalidad ni nunca había pisado territorio italiano. En ceremonia pública, toda la familia real juró la Constitución republicana. De inmediato se dirigieron a la Ciudad del Vaticano para expresar su sincero agradecimiento al Santo Padre, Juan Pablo II, por hacer posible su retorno a Italia.

Su conducta personal siempre ha sido algo turbulenta, hasta el punto de que muchos monárquicos italianos le han retirado su fidelidad. En los años 70 fue relacionado frecuentemente con el tráfico de armas hacia países en conflicto y objeto de embargo por las Naciones Unidas. Más tarde, su nombre apareció en las listas de la Logia masonica P2 organizada por Licio Gelli y altamente sospechosa de preparar un golpe de Estado de extrema derecha. En 1987 fue juzgado en Francia por homicidio, de resultas de haber disparado y matado a un hombre en Cerdeña; se comprobó que el príncipe, en estado ebrio, se había visto envuelto en una pelea y finalmente sólo fue condenado a seis meses de cárcel por tenencia ilícita de armas. Ya en Italia, se ha visto implicado en un oscuro asunto de corrupción, tráfico ilegal de divisas, falsedad en documento público y favorecimiento de la prostitución (2006), lo que le ha llevado por segunda vez a la cárcel. Actualmente se halla en libertad provisional, en espera de juicio.

En 2004, en Madrid y con ocasión del matrimonio de Felipe de Borbón, príncipe de Asturias, protagonizó en el curso de un banquete de gala un penoso y violento incidente, lo que le valió el rechazo del círculo de casas reales europeas.

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