- Fundación Simiente
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Fundación Simiente es una organización no gubernamental hondureña sin fines de lucro que maneja proyectos para facilitar la incorporación de las mujeres campesinas en procesos de desarrollo humano y local. La Fundación Simiente tiene una presencia constante en 55 comunidades en la zona sur de Honduras, en el departamento de Francisco Morazán en el municipio de Curarén, y en el departamento de Valle, en los municipios de Langue, Aramecina y Goascorán. Actualmente se estima que 1500 mujeres están alcanzadas por el trabajo de la Fundación Simiente.
Contenido
Historia
Un grupo de diez personas ya involucradas en el trabajo por el desarrollo en Honduras se dio vida a la Fundación Simiente en 2001. Este mismo año, se empezó la venta de servicios de consultación a otras organizaciones de desarrollo local sobre varios temas; genero, desarrollo local, agroecología, etc. En el año 2003, se inicia el trabajo con el enfoque de género en la zona sur de Honduras, en los municipios de Langue y Curarén. Este mismo año, la Fundación Simiente realizo la licitación de proyectos del Programa de las Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD). La organización elaboro también la política de género del Centro de Desarrollo Humano (CDH) en 2007 y participio a ella de la Asociación Nacional para el Fomento de la Agricultura Orgánica (ANAFAE) en 2008. Este mismo año se inicia el trabajo en los municipios de Goascorán y Aramecina siempre en el departamento de Valle. En 2009, otras organizaciones trabajando en contextos similares adoptaron la estrategia de “Círculos de amigas y compañeras de trabajo” elaborada por la Fundación Simiente.
Metodologías de trabajo
La organización social de las mujeres
La Fundación Simiente se especializa en el trabajo con la mujer campesina como actor principal en el desarrollo rural y la estrategia organizativa es la columna vertebral de su trabajo. Los “Círculos de amigas y compañeras de trabajo” es la unidad organizativa base del proceso. La estrategia parte de las mujeres como actoras que deben visibilizarse en el escenario rural y procurar que ellas mismas logren valorar lo que son capaces de hacer y crecer como sujetas políticas y de derechos.
- Los círculos de amigas y compañeras
Los círculos son grupos pequeños de mujeres (no más de diez) pertenecientes a una misma comunidad, las cuáles se reúnen con cierta periodicidad para llevar a cabo una serie de actividades en forma conjunta. Sentadas las bases organizativas y productivas de los círculos, cada grupo sigue desarrollando un trabajo planificado: a inicio de cada año, una de las tareas principales de cada círculo es elaborar un plan de trabajo, al cual se va dando seguimiento en cada reunión.
El círculo no tiene que limitarse a ser solamente una instancia organizativa sino también, un núcleo basado en la confianza y cercanía entre las mujeres en el que ellas comparten muchos otros aspectos de su vida cotidiana. De este modo, se puede fomentar la ayuda mutua y el intercambio de experiencias. En suma, es una estrategia organizativa cómoda para las mujeres que les sirve, en primer lugar, para “salir de la casa” y en que además aprenden cosas y ven el potencial de mejorar las condiciones de vida de las familias.
- Las asambleas comunitarias
Una asamblea comunitaria está formada por representantes de cada círculos de mujeres, perfilándose desde aquí algunas mujeres que tienen capacidades de liderazgo y conducción. Esa compañera tiene que tener deseo de servir, interés en aprender más sobre la organización y como se manejan los recursos que llegan a los círculos y a las familias para resolver la problemática que cotidianamente se enfrentan las mujeres. Son las responsables por velar que la visión organizativa de las mujeres en ese nivel se vaya construyendo alrededor de sus necesidades estratégicas; que les ayude desde aquí a elevar sus demandas. Es aquí donde se asume la capacitación sobre ciudadanía, derechos, identidad, realidad, entre otros.
- Las redes de mujeres zonales
Esta se organiza con las delegadas de cada una de las asambleas comunitarias, y se inicia un proceso de reuniones y capacitaciones que les ayude a construir su identidad organizativa. Se organiza la red zonal de mujeres, con el objetivo primordial de que esta organización asuma la lucha reivindicativa de las mujeres; a través de la construcción de una agenda política que ponga las demandas de las mujeres en el Municipio. Aquí inician un proceso de interrelación con otras instancias en el municipio, o redes que les permita fortalecer sus enfoques.
Capacitación
Los temas de capacitación en la gestión productiva son muchos y variados, algunos de los más importantes son: conceptos de agroecología, fitotecnia, abonos orgánicos, cultivos protegidos, manejo post cosecha, gestión de recursos naturales, diseño y construcción de tecnología de manejo de agua, zootecnia, etc. Las mujeres reciben también capacitaciones sobre la salud, la ciudadanía, sus derechos, sus identidades y realidades., etc.
Juventud
En respuesta a la falta de oportunidades de trabajo para los jóvenes especialmente en la zona sur de Honduras, la Fundación Simiente inicio un trabajo de organización, formación y movilización del recurso humano joven. En efecto, en 2007, se introduce el tema de la juventud con la misma metodología utilizada para la mujer, el actor principal en la estrategia organizativa de la Fundación Simiente. En 2010, la Fundación Simiente empezó un proyecto de instalación de una Radio comunitaria manejada por una red de jóvenes en Curaren.
La agroecología
La agroecología es un componente central del trabajo de la organización social de las mujeres y fomenta la participación de la población en la gestión sostenible de los recursos naturales. La agroecología es la aplicación de los conceptos y principios de la ecología al desarrollo y gestión de sistemas agrícolas sostenibles y un eje importante para lograr la soberanía alimentaria de los pueblos. En efecto, la soberanía alimentaria es estrategia de intervención fundamental de la Fundación Simiente. Siguiendo los principios de este concepto, se establece que la Fundación Simiente no proporcionará, ni venderá, ni prestara insumos químicos para actividades agrícolas o pecuarias.
Microempresas
La Fundación Simiente fijo una iniciativa de comercialización, la cual es de permitir a las mujeres de adquirir paulatinamente la práctica de vender sus productos para promover el consumo local de alimentos sanos a precios justos. Para lograr eso objetivo, la Fundación Simiente motiva y apoya a los círculos de mujeres a iniciar sus pequeñas empresas y facilitando herramientas técnicas de administración y de contabilidad y elaboración de sus planes de negocios.
Movimiento social
En respuesta a la falta de participación de la población en el desarrollo de su municipio, la Fundación Simiente inicio un trabajo de articulación de la organización ciudadana, partiendo de los círculos a nivel de comunidad hasta las redes a nivel municipal. La Fundación Simiente trabaja hacia la formación de un nuevo tipo de liderazgo de mujeres que requieren seguir un proceso de empoderamiento para remontar la situación de desigualdad en que se encuentran, fundamentalmente con respecto a su acceso a fuentes de poder. Para lograr estos objetivos, la Fundación Simiente da capacitaciones en diversos temas, sobre todo en derechos de las mujeres, acciones productivas, aspectos organizativos y administrativos. Se tocan temas de sensibilización como “género y liderazgo”, la construcción de identidades, realidad local y nacional, los derechos económicos, la salud, el derecho a organizarse y vivir sin violencia; y el derecho a la educación.
Comunicación social
La Fundación Simiente ha iniciado proyectos de radios comunitarias, una estrategia de desarrollo complementaria a las otras estrategias puestas en práctica por la organización. La finalidad de estos proyectos es mejorar la sociedad de la comunidad a la que pertenece. La gestión de las radios comunitarias se realiza de forma participativa del pueblo garantizando la mayor satisfacción de sus necesidades.
Desafíos claves
La Fundación Simiente analizo las diferentes posibilidades que tenían para trabajar en diferentes regiones del país y decidieron iniciar un esfuerzo en la zona sur de Honduras, donde confluye una serie de condiciones sociales, económicas, políticas y ambientales que constituyen los desafíos claves.
- Cultura machista: Las mujeres campesinas hondureñas son sometidas a un conjunto de actitudes y prácticas aprendidas sexistas vejatorias llevadas a cabo en pro del mantenimiento de órdenes sociales especialmente en la cultura campesina. Por ejemplo, el control de los hombres, la violencia conyugal, la exclusión de las fuentes de poder y la diferenciación marcada de las tareas son parte de la vida de muchas mujeres campesinas hondureñas.
- Vulnerabilidades climáticas: Las condiciones ecológicas que caracterizan los cuatros municipios reducen las posibilidades de una seguridad mínima para las familias: El país sufre de sequía durante el verano y es sumamente vulnerable a las inundaciones y huracanes durante el invierno. Estas condiciones ambientales producen serias consecuencias en la economía del país, quien depende de la agricultura pero aun peor es devastada por la pobreza rural que depende de sus cultivos criollos para alimentar sus familias.
- Inseguridad alimentaria: La inseguridad alimentaria que vive la población hondureña es alta, debido a la poca o escasa agua que se dispone para uso humano, los cultivos y los animales, a la marginalidad de la tierra, al tamaño reducido de las parcelas ubicadas para una grande parte en las laderas, etc.
- Migración masculina: Un factor que respalda fuertemente la propuesta de protagonismo femenino de Fundación Simiente, es la alta migración masculina en la zona a los Estados Unidos y a otros países para buscar trabajos agrícolas. Este fenómeno había dejado por una parte un panorama dominante de mujeres solas teniendo que asumir la jefatura de la mayoría de los hogares y por otra parte, una población hondureña mayoritariamente joven. En efecto, según datos del Instituto Nacional de la Juventud, el 43% de la población tiene menos de 14 años. Los jóvenes también sufren de una falta de oportunidad de trabajo y son así más susceptibles de ser parte de grupo de riesgo social.
- Zona marginalizada: La región Sur del Honduras es una zona a donde ha habido poco apoyo de la cooperación internacional y débil presencia de las instituciones estatales. Los municipios de Valle conocieron algunos proyectos de desarrollo, entre otros relacionados con el Desarrollo Rural Integral (DRI) implementados por el gobierno con recursos de cooperación en los años 70-80. Estos intentos de desarrollo dejaron pocos efectos para el desarrollo de estos municipios, la pobreza ha crecido, las fuentes de ingreso disminuidas y grandes contingentes de población han emigrado.
Referencias
Enlaces externos
Wikimedia foundation. 2010.
