Tanques en el ejército español

Tanques en el ejército español
M48 Patton, tanque del Ejército españolen Museo de Unidades Acorazadas de la Base de El Goloso (Madrid )

El tanque en el Ejército español tiene alrededor de 80 años de historia, desde el primer FT-17 francés entregado en 1919 hasta los modelos Leopard 2 y B1 Centauro de principios del siglo XXI. El FT-17 tomó parte en la Guerra del Rif y participó en el primer desembarco anfibio con tanques de la historia en Alhucemas.[1] [2] En 1925, el ejército español emprende un programa para desarrollar y producir un tanque español llamado Trubia A4, fuertemente basado en el FT-17. A pesar de que el prototipo funcionó bien en las pruebas, el tanque nunca se produjo en masa. España también experimentó con el italiano Fiat 3000, adquiriendo un tanque en 1925 e iniciando otro programa llamado Landesa para conseguir un tanque nacional. Ninguno de ellos evolucionaria en un programa armamentistico mayor y como resultado de ello el FT-17 continuó siendo el tanque más numeroso en el ejército español hasta el principio de la Guerra Civil Española.

Entre julio de 1936 y abril de 1939, durante la Guerra Civil Española, los dos ejércitos enfrentados recibieron grandes cantidades de tanques de las potencias extranjeras. Las tropas nacionales fueron ayudados por Alemania e Italia mientras que las republicanas recibieron tanques de la Unión Soviética, la mayoría de los cuales serían capturados e incorporados a sus filas por el ejército enemigo. La Guerra Civil Española sirvió así de campo de puebas eficaz de la guerra mecanizada para los intereses de las naciones que finalmente tomarían parte en la Segunda Guerra Mundial. A pesar de los intentos de los observadores y soldados soviéticos, alemanes e italianos de usar las nuevas teorías ideadas, la falta de calidad de las tripulaciones y tanques, y la insuficiente cantidad de estos últimos, causaron una mala impresión sobre la utilidad de sus tanques.

El Ejército español terminó la Guerra Civil con una flota de tanques ligeros. Mirando los más modernos y capaces tanques del mercado, el gobieno y el ejército españoles aprobaron diseñar y fabricar un tanque ligero mejor, llamado Verdeja. A pesar de que el tanque probó ser extremadamente competente, la falta de materia prima e incentivos condenaron el programa al fracaso. Además, los requerimientos del ejército fueron satisfechos temporalmente con la obtención de los Panzer IV a finales de 1943. Sin embargo, el fracaso a la hora de adquirir más Panzer IV condujo a España a tener un parque de tanques y tanques ligeros muy anticuado y un insuficiente número de tanques medios. La decisión norteamericana de no permitir a España emplear el nuevo equipamiento durante la guerra con Marruecos fue la causa de que España buscara en otro sitio un complemento a su flota de tanques Patton, terminando con la adquisición del AMX-30E, basado en el tanque francés AMX-30.

Casi inmediatamente después, el ejército y el Ministerio de Defensa españoles comienzan a planear un futuro tanque español. Esto se convirtió en el programa de desarrollo del proyecto Lince. A pesar de las numerosas ofertas el programa Lince se convierte en un fracaso debido a problemas financieros tomando la decisión, en lugar de sacarlo adelante, de modernizar la flota existente de los AMX-30E, y la adquisición de un gran número de tanques estadounidenses M60 Patton para reemplazar la flota de los por entonces viejos Patton tanks. Más de la mitad de los AMX-30E se actualizaron a un estándar conocido como el AMX-30EM2, mientras que el resto sufrió una modificación más limitada conocido como el AMX-30EM1. Sin embargo, los M60 y los modernizados AMX-30E no proporcionó a España un tanque lo suficientemente moderno para el siglo próximo. En 1994, el Ministerio de Defensa español comenzó a negociar con el gobierno alemán sobre la compra de los Leopard 2. En última instancia, 108 Leopard 2A4s se adquirieron e integraron en el Ejército español, mientras que 219 Leopard 2E se construyeron en España, basado en el alemán Leopard 2A6. El Leopard 2E y 2A4 Leopard sustituyó a la flota de tanques M60 Patton, mientras que los españoles AMX-30EM2 fueron reemplazados por italianos B1 Centauro, vehículos antitanques de caballería. En la actualidad, el Ejército español posee 108 Leopard 2A4 y 219 Leopard 2E.


Contenido

El nacimiento de la Caballería moderna: 1919–1926

FT-17 del Ejército español, en el Museo de Unidades Acorazadas de la Base de El Goloso (Madrid).

El interés del ejército español en el tanque empezó al final de la Primera Guerra Mundial, cuando el 18 de octubre de 1918 se hizo una petición formal de un tanque ligero Renault FT-17 al gobierno francés.[3] La petición, no obstante, no fue procesada hasta el 15 de enero de 1919. La Comisión de Experiencias, Proyectos y Comprobación del Material de Guerra emitió una petición formal para adquirir un FT-17 armado con un cañón de 37 mm y días después amplió la petición para incluir tres tanques armados con cañones y otro FT-17 equipado con ametralladora.

El 5 de marzo la petición fue autorizada y posteriormente ampliada para incluir dos unidades más del FT-17, armados con un cañón de 37 mm.[4] El 20 de marzo, el gobierno francés declaró que no podía proceder la venta, y el 12 de abril el proceso para la adquisición de estos vehículos comenzó de nuevo.[5] En mayo de 1919, los franceses acceden a la venta de un solo tanque ligero M-17 al Ejército español, cuya entrega se realizó el mes siguiente.[6] Este FT-17 en particular estaba armado con una ametralladora Hotchkiss de 8 milímetros, y posteriormente rearmado con una ametralladora española de 7 milímetros. Tras una inspección por el gobierno español, se decidió la adquisición de otros diez vehículos; ocho armados con ametralladoras y dos con cañones. El gobierno francés declaró no disponer de estos vehículos para la venta, y luego agregó que bajo ninguna circunstancia se permitiría a España rearmarlos con las ametralladoras españolas de 7 milímetros, y en consecuencia denegó la venta.Como resultado, España comenzó a acercarse a otros gobiernos, entre ellos el de Gran Bretaña y el de Estados Unidos, pero sin éxito.[7]

Después de la derrota colonial de España en la Batalla de Annual, el 22 de julio de 1921,[8] otro emisario militar fue enviado a Francia para solicitar más tanques. Esta vez, el gobierno francés aceptó y accedió a la venta de diez M-17 armados con ametralladoras y un tanque de mando único.[9] El tanque de mando consistía en el chasis de un FT-17, con la torreta reemplazada por una superestructura, que incorporaba solamente comunicaciones de radio.[10] Estos fueron presentados a la tercera sección de la Escuela Central de Tiro el 12 de enero de 1922,[9] y se organizan en una compañía de doce tanques ligeros.[11] En septiembre de 1921 , el gobierno español, adquiere seis tanques Schneider CA1 siendo desplegados estos en Marruecos el 28 de febrero de 1922.[12] El 13 de marzo de 1922, seis FT-17 fueron descargados, también, en Melilla.

El 18 de marzo de 1922 la compañía de tanques ligeros FT-17 participó en su primera operación de combate durante la Guerra del Rif. La orden fue de operar junto con la fuerza de la Legión Española con la misión de capturar la ciudad de Tunguntz, en el norte de Marruecos.[11] Sorprendiendo a los defensores con su aparición, la compañía de blindados, con los legionarios detrás de élla, capturaron la ciudad de Anvar.[13] Continuando su avance hacia Tunguntz, los tanques comenzaron a llegar bajo un intenso fuego, ya que, debido a la velocidad de su avance, se habían aislado de los legionarios.[14] Como resultado, los tanques se vieron obligados a retirarse a Anvar buscando la protección de la infantería.[11] Dos FT-17 fueron abandonados por su tripulación debido a problemas mecánicos[15] siendo destruidos por los defensores marroquíes con dinamita.[11] Un análisis posterior a la operación de las acciones concluyó que los malos resultados de la compañía de tanques fue consecuencia de la escasa cooperación con la infantería, la falta de fiabilidad de las ametralladoras de los tanques y la falta de formación previa antes de ser enviados al frente de operaciones.[16] A partir de entonces, la compañía de blindados de España es utilizada de manera casi continua[17] en operaciones de pequeña escala entre finales de 1922 y septiembre de 1925.[18] El 8 de septiembre de 1925, las fuerzas blindadas de España tomarán parte en el primer desembarco anfibio con tanques de la historia.[19]

Después de haber sido reequipada con nuevas unidades de FT-17 para reemplazar las pérdidas sufridas durante los tres años de operaciones en Marruecos, la compañía de tanques fue trasladada a Ceuta para preparar las operaciones anfibias planeadas en los alrededores de la bahía de Alhucemas.[20] En los días previos al desembarco de Alhucemas, la compañía motorizada tomó parte en numerosos ejercicios de entrenamiento, mientras las 4 naves de desembarco tipo K[21] eran modificadas para permitir llevar tres tanques cada una.[22] No obstante, el día del desembarco las naves de desembarco entraron en un bajio a unos 50 m de la costa;[23] con la consecuencia de que los tanques no pudieron desembarcar hasta el día siguiente, 9 de septiembre de 1925.[24] Tras el desembarco, los vehículos fueron usados para apoyar el flanco izquierdo del ataque español y ayudaron a capturar las posiciones elevadas que rodeaban la playa y controlaban los puntos de salida hacia el resto de la isla.[25]

La guerra del Rif acabó en mayo de 1926,[26] y la compañía motorizada fue trasladada a la península en julio de ese año.[27] [28]

Los primeros programas de desarrollo de tanques autóctonos: 1925–1935

Archivo:En Trubia.jpg
Una imagen del Trubia A4, ilustrando el mejorado concepto de torreta

Con sus experiencias en Marruecos, el ejército español decidió financiar un programa de desarrollo de un nuevo tanque ligero español. El nuevo vehículo se inspiró en el francés FT-17, el vehículo blindado más numeroso en servicio con el Ejército español en su momento y uno de los más utilizados por los ejércitos extranjeros.[29] El programa fue encabezado por el capitán de artillería Carlos Ruiz de Toledo, que había comandado anteriormente la batería de tanques de asalto Schneider CA1 del Ejército español. El CA1 Schneider era considerado como un carro de asalto, o tanque de asalto.[30] En Marruecos, Toledo constató que el tanque se convertiría en una baza extremedamente destacada en futuros conflictos y consideró que el Ejército español precisaba de un modelo de fabricación nacional.[31] Como resultado de ello, realiza una gira por varios países europeos, en un esfuerzo por recopilar información sobre las nuevas tendencias en el diseño de los tanques y tratar de integrarlos en el programa de tanques españoles.[32] El vehículo resultante fue conocido como el Carro de Combate Trubia serie A , o la "Serie A Trubia Tank".[33]

Tanque ligero Trubia

El primer prototipo comenzó su desarrollo en 1925.[34] Producido en la fábrica de Artillería Trubia en Asturias,[35] el tanque estaba impulsado por un motor cuatro cilindros 40/50 Hispano-Suiza, el mismo motor que los camiones del ejército español tenían equipados desde 1915.[33] Dada la opinión del ejército español de que los FT-17 estaban limitados en potencia de fuego, el tanque Trubia incoporaba una torreta especial. La torreta estaba diseñada en dos mitades articuladas, las cuales podían operar independietemente, cada una armada con una ametralladora. Teóricamante, si una ametralladora se encasquillaba, el tanque tenía aún otra para poder defenderse. Además el casco del vehículo incorporaba troneras, que permitían a la tripulación disparar por ellas desde el interior del tanque.[36] Este prototipo fue sometido a una serie de pruebas, y su éxito provocó la decisión de continuar con el desarrollo de un tanque de español, que conduce a un mejor diseño del tanque Trubia, conocido como el 75 HP Modelo Trubia, tipo Rápido, serie A.[37]

Mientras viaja por Europa por segunda vez, en un intento de integrar las tendencias extranjeras de diseño en el nuevo Trubia, el capitán Ruiz de Toledo encontró un nuevo tipo de sistema de orugas metálicas en Alemania. Concebidas para evitar el problema de que los tanques se deslizasen fuera del terreno, el nuevo diseño sustituía el tren de rodaje tradicional con un sistema que le mantiene unido por una pared metálica lateral, con las ruedas suspendidas del chasis.[38]


Otros programas de tanques

Los tanques en la Guerra Civil Española: 1936–1939

La Postguerra: 1939–1953

La ayuda militar norteamericana: 1954–1970

Final de la Guerra Fría: 1970–1991

El Ejército español moderno: 1992–presente

Leopard 2E español en un desfile en Madrid.

A principios de los noventa del pasado siglo, el Ejército español recibió 244 tanques M60 para reemplazar la envejecida flota de M47E y M48E y los molestos AMX-30EM1.[39] [40] Lamentablemente, eso no representa una gran mejora sobre la flota existemte y, como resultado, a principios de 1994 el gobierno español empieza a negociar buscando el futuro tanque español, el que reemplazaría a los M60.[41]

Mientras los M60 eran reemplazados por los Leopard 2s, los AMX-30EM2 eran reemplazados por los vehículos antitanque italianos B1 Centauro en los primeros años de la década de 20000.[42]

Notas

  1. García 2000, pp. 49–54
  2. El primer desembarco moderno. Revista Tiempo 30/11/2007
  3. García (Julio de 2004), p. 3
  4. García (July 2004), pp. 3–4
  5. García (July 2004), p. 4
  6. de Mazarrasa (1998), p. 69
  7. García (July 2004), pp. 4–5
  8. Francisco (2005), pp. 38–54
  9. a b García (July 2004), pp. 5–9
  10. Miller, p. 46
  11. a b c d Alvarez (1997), p. 27
  12. de Mazarrasa (1998), pp. 43–44
  13. García (July 2004), p. 13
  14. García (July 2004), pp. 13–14
  15. García (July 2004), p. 14
  16. Alvarez (1997), pp. 27–28
  17. García (July 2004), p. 15
  18. Alvarez (1997), p. 28
  19. García (July 2004), p. 19
  20. García (July 2004), pp. 19–21
  21. Fueron conseguidas de los británicos en 1922 y eran del mismo tipo que las empleadas en la batalla de Galípoli durante la II Guerra Mundial; Álvarez (1999), p. 86
  22. García (Julio de 2004), pp. 21–22
  23. Álvarez (1999), p. 91
  24. García (2000), p. 52
  25. Error en la cita: El elemento <ref> no es válido; pues no hay una referencia con texto llamada .C3.81lvarez9728
  26. Pennell (1982), p. 20
  27. García (July 2004), p. 24
  28. de Mazarrasa (1998), p. 71
  29. García (2008), pp 54-55
  30. de Mazarrasa (1998), p. 99
  31. de Mazarrasa (1998), p. 99
  32. García (2008), p. 55
  33. Error en la cita: El elemento <ref> no es válido; pues no hay una referencia con texto llamada Mazarrasa9899
  34. name="Garcia0856">García (2008), p. 56
  35. García (2008), p. 54
  36. García (2008), pp. 55–56
  37. de Mazarrasa (1998), pp. 99–101
  38. García (2008), pp. 56–57
  39. Military Technology, Europe, p. 192
  40. El País, El tanque de los noventa
  41. Candil, Carros de Combate, pp. 161–162
  42. Defensa firma un contrato de 200 millones de euros con Finmeccanica, El País

Referencias

Plantilla:Ejército español Plantilla:Historia del Tanque Plantilla:Tanques españoles Plantilla:Caballería española Spanish tanks


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