Batalla del río Kalka

Batalla del río Kalka

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Batalla del río Kalka
Parte de la Invasión mongola de Rusia
Fecha 31 de mayo de 1223 Lugar Río Kalka (entre las actuales Donetsk/Mariupol) Resultado Decisiva victoria mongola
Beligerantes
Mongoles	Rus de Kiev Cumanos
Comandantes
Subotai	Mstislav Mstislavich
Fuerzas en combate
30. 000	Entre 80. 000 y 100.000 hombres
Bajas
Escasas	El 90% del ejército aniquilado

En 1220, Gengis Jan había conquistado ya varias plazas fuertes, entre ellas Samarcanda, en Asia Central, pero en su afán de conquistas encontró un rival de altura en la persona del sah de Jwarizm Muhammad II.

Samarcanda, hasta entonces en poder de Muhammad II, acababa de caer, pero Gengis Jan no se iba a contentar con eso. Al año siguiente, en 1221, arrebató a los musulmanes la plaza fuerte de Urgench. Tras la matanza de los habitantes de la ciudad, los invasores adquirieron una fama terrorífica. El 25 de noviembre de 1221, Gengis Khan venció a las mejores tropas de Muhammad –mandadas por su hijo Jalal al-Din- en la batalla del Valle del Indo. Mientras tanto había perdido el trono y una parte de su ejército, perseguido por 20.000 mongoles bajo el mando de Subutay Bahadur. Algunos historiadores consideran a este hombre el más grande general de todos los tiempos, al mismo nivel que Gengis Khan.

En 1222 los mongoles invadieron Afganistán, atravesaron el Cáucaso, derrotaron a los alanos y después a los cumanos (llamados polovtsi por los cronistas rusos). A continuación, hibernaron en las estepas del norte de Crimen.

A principios de 1223, los polovtsi convencieron al príncipe ruso Mstislav Mstislavich para que se aliase con ellos con el fin de rechazar a los mongoles, que representaban una amenaza para Rusia. El príncipe reunió sus tropas y las de los demás príncipes rusos a unos sesenta kilómetros al sur de Kiev. Allí recibieron una embajada de los mongoles que acudió a manifestar sus “buenas intenciones”. Los rusos, fieles a la alianza establecida, ejecutaron a los embajadores y provocaron la sed de venganza de los mongoles.

Tras avanzar por la orilla derecha del Dniéper, el 15 de mayo las tropas rusas se reunieron en la isla Jortitsia, situada en el río: alrededor de 100.000 hombres, de los que sólo quince o veinte mil eran combatientes aguerridos. Los mongoles, a su vez, establecieron su campamento en las laderas de la colina Mohila Bel’mak. El día 16 y los siguientes, los puestos avanzados mongoles sufrieron una derrota tras otra. Ante esto, el grueso de la tropa se retiró, perseguida por los rusos y polovsti. Mandado por Subutay Bahadur y Djebe Noyon, el ejército mongol ocupó una posición defensiva junto al río Calca, el cual separaba a los dos bandos. El ejército enemigo llegó allí el 31 de mayo. Los mongoles tenían una vanguardia al otro lado del Kalka.

A primeras horas de la madrugada de este 31 de mayo los rusos lanzaron su ataque, pero no consiguieron coordinar los movimientos de sus tropas debido a desavenencias entre los príncipes rusos. La caballería de los polovtsi actuó como solía, a base de escaramuzas, e hizo retroceder a las vanguardias mongolas. Éstas cruzaron de nuevo el río y se reunieron con sus cuerpos de batalla. Los cuerpos de batalla rusos los siguieron con lentitud.

A mediodía la mayor parte de los combatientes había cruzado el río, fue el momento escogido por los mongoles para lanzar el contraataque. Su caballería pesada, bajo las órdenes de Bahadur, cargó contra la caballería ligera de los polovtsi y el primer cuerpo de batalla ruso. La caballería ligera de Djebe Noyon, en el flanco derecho del otro lado del río, atacó al segundo cuerpo de batalla, mientras el restante cuerpo de caballería mongola, bajo las órdenes de Tsugir Jan, atacaba en el otro flanco. El tercer cuerpo de batalla ruso –el que constituía la retaguardia- se refugió tras una muralla de carros. La única solución para el rodeado príncipe Mstislav Mstislavich era huir a bordo de un barco.

A última hora de la tarde se produjo la desbandada entre las tropas aliadas, que huyeron unas hacia el noroeste y otras hacia el suroeste, en dirección del Dniéper.

El ejército de Kiev cayó tres días más tarde. Numerosos príncipes rusos resultaron muertos; el 90% del ejército aliado quedó aniquilado. ¿No habían prometido los mongoles no derramar la sangre de los prisioneros?. Los dejaron morir por asfixia al amontonarlos, atados unos con otros, bajo unas enormes planchas y, a continuación, los mongoles se instalaron encima de esta “tarima improvisada” para festejarlo.

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