Capitalismo

Capitalismo
Hong Kong. Esta ciudad y región autónoma de China, anteriormente del Reino Unido, es según los índices de libertad económica el país donde más se permite el desarrollo del capitalismo de mercado. Lo que según estos estudios le ha permitido ser una de las naciones más prósperas del planeta, con un PIB per cápita y un IDH muy altos.
El capitalismo se forma por medio de la propiedad privada de los medios de producción y la libertad de gestionarlos. En la imagen un ejemplo de empresa privada, una heladería en Oxford.

El capitalismo es el orden social que resulta de la libertad económica en la disposición y usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción.[1]

En el capitalismo los individuos y las empresas llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes o de servicios en forma libre dentro de la división del trabajo, con el propósito necesario del beneficio monetario para la obtención de recursos en función de cualquier orden de fines dentro del marco de una cooperación mediatizada por el mercado.[2] La distribución, la producción y los precios de los bienes y servicios son determinados por el libre mercado, la oferta y la demanda entre productores y consumidores.

El origen etimológico de la palabra capitalismo proviene de la idea de capital y su uso para la propiedad privada de los medios de producción,[3] [4] sin embargo se relaciona mayormente al capitalismo como concepto con el intercambio dentro de una economía de mercado que es su condición necesaria,[5] y a la propiedad burguesa que es su corolario previo[6] como forma más acabada y coherente de la propiedad privada.[7]

Se denomina sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica originada en la moderna civilización occidental y basada en una organización racional del trabajo y monetario-utilitaria de los recursos de producción, caracteres propios de aquel sistema económico.[8] En el orden capitalista, la sociedad esta formada por clases en vez de estamentos a diferencia del feudalismo, orden social anterior.Se distingue de este y otras formas sociales y productivas por la movilidad social de los individuos, aunque sin pretender abolir la estratificación social ni la desigualdad social.

El nombre de sociedad capitalista proviene del hecho de que el capital como relación de producción se convierte dentro de ésta en un elemento económicamente predominante.[9] La discrepancia sobre las razones de este predominio divide a las ideologías políticas modernas: el enfoque liberal smithiano se centra en la utilidad que el capital como relación social provee para la producción en una sociedad comercial con una amplia división del trabajo, entendida como causa y consecuencia de la mejora de la oferta de consumo y los mayores ingresos por vía del salario respecto del trabajo autónomo,[10] mientras que el enfoque socialista marxista considera que el capital como relación social es precedido (y luego retroalimentado) por una institucionalizada imposibilidad social de sobrevivir sin relacionarse con los propietarios de un mayor capital físico mediante el intercambio de trabajo asalariado.[11]

La clase social conformada por los creadores y/o propietarios que proveen de capital a la organización económica se la describe como "capitalista", a diferencia de las funciones empresariales y gerenciales.[12] Vulgarmente se describe desde el siglo XVIII como "burguesía" tanto a este conjunto social como al de los empleadores de trabajo de una moderna sociedad industrial, pero la burguesía se origina en las ciudades de la sociedad rural medieval y está constituida por propietarios auto-empleados cuya naturaleza da origen al capitalismo moderno.[13]

Existen diferentes apreciaciones sobre la naturaleza del capitalismo según la perspectiva social e ideológica desde la cual se lo analice.

Contenido

Características

Si bien el capitalismo no encuentra su fundador en un pensador sino en las relaciones productivas de la sociedad, la obra La riqueza de las naciones concedió a Adam Smith el título de fundador intelectual del capitalismo.
John Locke, con su obra Dos tratados sobre el gobierno civil, establece los principios que posteriormente servirán para identificar el capitalismo como sistema productivo y el liberalismo como sistema de pensamiento que lo respalda.

Propiedad privada e iniciativa empresarial

Quienes invierten, crean o adquieren capital permanecen como legítimos propietarios (capitalistas) durante el proceso de producción; la rentabilidad del capital invertido en un libre mercado de productos y servicios es el eje central de la vida económica. El capital y el trabajo son los elementos de producción y creación de riqueza.

La titularidad de los medios de producción es privada, entendiéndose por esto su construcción sobre un régimen de bienes de capital industrial y de tenencia y uso de la tierra basado en la propiedad privada. Los medios de producción operan principalmente en función del beneficio y en la que los intereses directivos se racionalizan empresarialmente en función de la inversión de capital y hacia la consecuente competencia por los mercados de consumo y trabajo asalariado.

Sobre la propiedad privada, el capitalismo establece que los recursos invertidos por los prestadores de capital para la producción económica, deben estar en manos de las empresas y personas particulares que los adquieran (accionista). De esta forma a los particulares se les facilita el uso, empleo y control de los recursos que utilicen en sus labores productivas, de los que, a fines empresariales, podrán usar como mejor les parezca.

Entre las características generales del capitalismo se encuentra la motivación basada en el cálculo costo-beneficio dentro de una economía de intercambio basada en el mercado, el énfasis legislativo en la protección de un tipo específico de apropiación privada (en el caso del capitalismo particularmente lockeano), o el predominio de las herramientas de producción en la determinación de las formas socioeconómicas.

Contrato libre, ganancias y movilidad social

El capitalismo se considera un sistema económico en el cual el dominio de la propiedad privada sobre los medios de producción desempeña un papel fundamental. Es importante comprender lo que se entiende por propiedad privada en el capitalismo ya que existen múltiples opiniones, a pesar de que este es uno de los principios básicos del capitalismo: otorga influencia económica a quienes detentan la propiedad de los medios de producción (o en este caso el capital), dando lugar a una relación voluntaria de funciones y de mando entre el empleador y el empleado. Esto crea a su vez una sociedad de clases móviles en relación con el éxito o fracaso económico en el mercado de consumo, lo que influye en el resto de la estructura social según la variable de capital acumulada; por tal razón en el capitalismo la pertenencia a una clase social es movible y no estática.

Las relaciones económicas de producción y el origen de la cadena de mando –incluyendo la empresaria por delegación– se establece desde la titularidad privada y exclusiva de los propietarios de una empresa en función de la participación en su creación en tanto primeros propietarios del capital. La propiedad y el usufructo queda así en manos de quienes adquirieron o crearon el capital volviendo interés su óptima utilización, cuidado y acumulación, con independencia de que la aplicación productiva del capital se genere mediante la compra del trabajo, esto es, el sueldo, realizado por los asalariados de la empresa.

Una de las interpretaciones más difundidas señala que en el capitalismo, como sistema económico, predomina el capital - actividad empresarial, mental - sobre el trabajo - actividad corporal - como elemento de producción y creador de riqueza. El control privado de los bienes de capital sobre otros factores económicos tiene la característica de hacer posible negociar con las propiedades y sus intereses a través de rentas, inversiones, etc. Eso crea el otro distintivo del capitalismo que es el beneficio o ganancia como prioridad en la acción económica en función de la acumulación de capital que por vía de la compra del trabajo puede separarse del trabajo asalariado.

Libre mercado, empresas y competencia

El capitalismo se basa ideológicamente en una economía en la cual el mercado predomina, esto usualmente se da, aunque existen importantes excepciones además de las polémicas sobre qué debe ser denominado libre mercado o libre empresa. En éste se llevan a cabo las transacciones económicas entre personas, empresas y organizaciones que ofrecen productos y las que los demandan. El mercado, por medio de las leyes de la oferta y la demanda, regula los precios según los cuales se intercambian las mercancías (bienes y servicios), permite la asignación de recursos y la distribución de la riqueza entre los individuos.

La libertad de empresa propone que todas las empresas sean libres de conseguir recursos económicos y transformarlos en una nueva mercancía o servicio que será ofrecido en el mercado que éstas dispongan. A su vez, son libres de escoger el negocio que deseen desarrollar y el momento para entrar o salir de éste. La libertad de elección se aplica a las empresas, los trabajadores y los consumidores, pues la empresa puede manejar sus recursos como crea conveniente, los trabajadores pueden realizar un trabajo cualquiera que esté dentro de sus capacidades y los consumidores son libres de escoger lo que desean consumir, buscando que el producto escogido cumpla con sus necesidades y se encuentre dentro de los límites de su ingreso. Esto en un contexto teórico capitalista es denominado cálculo económico.

Competencia se refiere a la existencia de un gran número de empresas o personas que ofrecen y venden un producto (oferentes) en un mercado determinado. En dicho mercado también existe un gran número de personas o empresas (demandantes), las cuales, según sus preferencias y necesidades, compran o demandan esos productos o mercancías. A través de la competencia se establece una «rivalidad» o antagonismo entre productores. Los productores buscan acaparar la mayor cantidad de consumidores/compradores para sí. Para conseguir esto, utilizan estrategias de reducción de precios, mejoramiento de la calidad, etc.

Crecimiento económico

Teóricos y políticos han enfatizado la habilidad del capitalismo para promover el crecimiento económico, tal como se mide por el Producto Interno Bruto (PIB), utilización de la capacidad instalada o calidad de vida. Este argumento fue central, por ejemplo, en la propuesta de Adam Smith de dejar que el libre mercado controle los niveles de producción y de precio, y distribuya los recursos.

Sostienen que el rápido y consistente crecimiento de los indicadores económicos mundiales desde la revolución industrial se debe al surgimiento del capitalismo moderno.[14] [15] Mientras que las mediciones no son idénticas, aquellos que están a favor argumentan que incrementar el PIB (per capita) ha demostrado empíricamente una mejora en la calidad de vida de las personas, tal como mejor disponibilidad de alimentos, vivienda, vestimenta, atención médica, reducción de horas de trabajo, y libertad de trabajo para niños y ancianos.[16]

Gracias a la especialización de la agricultura, se produce un aumento de la producción existente, y la actividad comercial de materias primas aumenta. La consecuencia de este hecho, es el incremento de la circulación de capital, que fue un estímulo a la banca, y por tanto de la riqueza de la sociedad, aumentando el ahorro y con ello la inversión. Este fue el origen de la banca actual, la cual tenía dos funciones: prestar el dinero que custodiaban a cambio de un interés y la emisión de "promesas de pago al contado al portador" que circulaban como dinero.

Argumentos favorables al capitalismo también afirman que una economía capitalista brinda más oportunidades a los individuos de incrementar sus ingresos a través de nuevas profesiones o negocios que otras formas de economía. Según esta manera de pensar, este potencial es mucho mayor que en las sociedades feudales o tribales o en las sociedades socialistas.

Autoorganización a partir del interés individual

Cada uno de los actores del mercado actúa según su propio interés; por ejemplo, el empleador, quien posee los recursos y el capital, busca la maximización del beneficio propio por medio de la acumulación y producción de los recursos; los empleados, quienes venden su trabajo (el salario) a su empleador; y, por último, los consumidores, quienes buscan obtener la mayor satisfacción o utilidad adquiriendo lo que quieren y necesitan en función a la calidad del producto o la cantidad de su precio.

El capitalismo puede organizarse a sí mismo como un sistema complejo sin necesidad de un mecanismo de planeamiento o guía externa.[17] A este fenómeno se lo llama laissez faire.[18] En un proceso de este tipo la búsqueda de beneficios tiene un rol importante. A partir de las transacciones entre compradores y vendedores emerge un sistema de precios, y los precios surgen como una señal de cuáles son las urgencias y necesidades insatisfechas de las personas. La promesa de beneficios les da a los emprendedores el incentivo para usar su conocimiento y recursos para satisfacer esas necesidades. De tal manera, las actividades de millones de personas, cada una buscando su propio interés, se coordinan y complementan entre sí.[19]

Liberalismo y rol del Estado

La doctrina política que históricamente ha encabezado la defensa e implantación de este sistema económico y político ha sido el liberalismo económico y clásico del cual se considera sus padres fundadores a John Locke, Juan de Mariana y Adam Smith. El pensamiento liberal clásico sostiene en economía que la intervención del gobierno debe reducirse a su mínima expresión. Sólo debe encargarse del ordenamiento jurídico que garantice el respeto de la propiedad privada, la defensa de las llamadas libertades negativas: los derechos civiles y políticos, el control de la seguridad interna y externa (justicia y protección), y eventualmente la implantación de políticas para garantizar el libre el funcionamiento de los mercados, ya que la presencia del Estado en la economía perturbaría su funcionamiento. Sus representantes contemporáneos más prominentes son Ludwig von Mises y Friedrich Hayek por parte de la llamada Escuela austríaca de economía; George Stigler y Milton Friedman por parte de la llamada Escuela de Chicago, existiendo profundas diferencias entre ambas.

Existen otras tendencias dentro del pensamiento económico que asignan al Estado funciones diferentes. Por ejemplo los que adscriben a lo sostenido por John Maynard Keynes, según el cual el Estado puede intervenir para incrementar la demanda efectiva en época de crisis. También se puede mencionar a los politólogos que dan al Estado y a otras instituciones un rol importante en controlar las deficiencias del mercado (una línea de pensamiento en este sentido es el neoinstitucionalismo).

Origen

Skyline de la ciudad inglesa de Mánchester en 1857. Durante el siglo XIX en medio de la Revolución industrial esta ciudad desarrolló tal cantidad de industria textil que fue llamada Cottonopolis, y se convirtió en modelo de la prosperidad provocada por el capitalismo de libre empresa para el movimiento social y político denominado Escuela de Mánchester.
Artículo principal: Historia del capitalismo

Tanto los mercaderes como el comercio existen desde que existe la civilización, pero el capitalismo como sistema económico, en teoría, no apareció hasta el siglo XVII en Inglaterra sustituyendo al feudalismo. Según Adam Smith, los seres humanos siempre han tenido una fuerte tendencia a «realizar trueques, cambios e intercambios de unas cosas por otras». De esta forma al capitalismo, al igual que al dinero y la economía de mercado, se le atribuye un origen espontáneo o natural dentro de la edad moderna.[20]

Este impulso natural hacia el comercio y el intercambio fue acentuado y fomentado por las Cruzadas que se organizaron en Europa occidental desde el siglo XI hasta el siglo XIII. Las grandes travesías y expediciones de los siglos XV y XVI reforzaron estas tendencias y fomentaron el comercio, sobre todo tras el descubrimiento del Nuevo Mundo y la entrada en Europa de ingentes cantidades de metales preciosos provenientes de aquellas tierras. El orden económico resultante de estos acontecimientos fue un sistema en el que predominaba lo comercial o mercantil, es decir, cuyo objetivo principal consistía en intercambiar bienes y no en producirlos. La importancia de la producción no se hizo patente hasta la Revolución industrial que tuvo lugar en el siglo XIX.

Sin embargo, ya antes del inicio de la industrialización había aparecido una de las figuras más características del capitalismo, el empresario, que es, según Schumpeter, el individuo que asume riesgos económicos no personales. Un elemento clave del capitalismo es la iniciación de una actividad con el fin de obtener beneficios en el futuro; puesto que éste es desconocido, tanto la posibilidad de obtener ganancias como el riesgo de incurrir en pérdidas son dos resultados posibles, por lo que el papel del empresario consiste en asumir el riesgo de tener pérdidas o ganancias.

El camino hacia el capitalismo a partir del siglo XIII fue allanado gracias a la filosofía del Renacimiento y de la Reforma. Estos movimientos cambiaron de forma drástica la sociedad, facilitando la aparición de los modernos Estados nacionales que proporcionaron las condiciones necesarias para el crecimiento y desarrollo del capitalismo en las naciones europeas. Este crecimiento fue posible gracias a la acumulación del excedente económico que generaba el empresario privado y a la reinversión de este excedente para generar mayor crecimiento, lo cual generó industrialización en las regiones del norte.

Críticas al capitalismo

Artículo principal: Anticapitalismo

Parte de la critica al capitalismo es la opinión de que es un sistema caracterizado por la explotación intraeconómica (a diferencia del esclavismo y el feudalismo) de la fuerza de trabajo del hombre al constituir el trabajo como una mercancía más. Esta condición sería su principal contradicción: Medios de producción privados con fuerza de trabajo colectiva, de este modo, mientras en el capitalismo se produce de forma colectiva, el disfrute de las riquezas generadas es privado, ya que el sector privado "compra" el trabajo de los obreros con el salario. La alternativa histórica al capitalismo con mayor acogida ha estado representada por el comunismo y el estatismo.[cita requerida]

Marxismo

Artículo principal: Modo de producción capitalista

Para el materialismo histórico (el marco teórico del marxismo), el capitalismo es un modo de producción.

Esta construcción intelectual es originaria del pensamiento de Karl Marx (Manifiesto Comunista, 1848, El Capital, 1867) y deriva de la síntesis y crítica de tres elementos: la economía clásica inglesa (Adam Smith, David Ricardo y Thomas Malthus), la filosofía idealista alemana (fundamentante la dialéctica hegeliana) y el movimiento obrero de la primera mitad del siglo XIX (representado por autores que Marx calificaba de socialistas utópicos).

Capitalismo e imperialismo

Los críticos del capitalismo le responsabilizan de generar numerosas desigualdades económicas. Tales desigualdades eran muy acusadas durante el siglo XIX, sin embargo se experimentaron notables mejorías en los países industrializados a lo largo del siglo XX, a pesar de que nunca se haya demostrado con hechos objetivos y, además, las desigualdades crecieran exponencialmente respecto a los países colonizados. Pero los críticos del capitalismo (John A. Hobson, Imperialism, a study, Lenin El imperialismo, fase superior del capitalismo) señalaron desde finales del siglo XIX que tales avances se obtuvieron por un lado a costa del colonialismo, que permitió el desarrollo económico de las metrópolis, y por otro lado gracias al Estado del Bienestar, que suavizó los efectos negativos del capitalismo e impulsó toda una serie de políticas cuasisocialistas.

Otras críticas al capitalismo que se enlazan a décadas anteriores con el mismo matiz antiimperialista (a partir del pensamiento centro-periferia) provienen de los movimientos antiglobalización, que denuncian al modelo económico capitalista y las empresas transnacionales como el responsable de las desigualdades entre el Primer Mundo y el Tercer Mundo, teniendo el tercer mundo una economía dependiente del primero.

El mercado como institución no natural

Desde una perspectiva no estrictamente marxista, Karl Polanyi (La gran transformación, 1944) insiste en que lo crucial en la transformación capitalista de economía, sociedad y naturaleza fue la conversión en mercancía de todos los factores de producción (tierra, o naturaleza y trabajo, o seres humanos) en beneficio del capital.

Ecologismo

La crítica ecologista argumenta que un sistema basado en el crecimiento y la acumulación constante es insostenible, y que acabaría por agotar los recursos naturales del planeta, muchos de los cuales no son renovables. Más aún si el consumo de estos recursos es desigual entre los países y en sus respectivas clases económicas. Hasta hace algunas décadas, se pensaba que los recursos naturales eran inagotables y que la contaminación, pérdida de la biodiversidad y de paisajes eran los costes inevitables del progreso.

Actualmente existen dos tendencias principales: aquella que defiende un desarrollo sostenible de la economía (que consistiría en adaptar el actual modelo al nuevo problema medioambiental), y otra que defiende un decrecimiento de la economía (que apunta directamente a nuevos sistemas de organización económica[21] ).

Como contraparte al ecologismo colectivista, surge el ecologismo de mercado con base en la libertad individual. Este ecologismo plantea la protección de los ecosistemas desde el punto de vista del capitalismo libertario, ya que busca también la maximización de un beneficio para la humanidad como lo es la supervivencia en sí misma.

Variantes del capitalismo

Entre las variantes del capitalismo figuran el anarcocapitalismo, el capitalismo corporativo, el capitalismo de amigos, el capitalismo financiero, el capitalismo laissez faire, el tecnocapitalismo, el neocapitalismo, el tardocapitalismo, el postcapitalismo, el capitalismo de Estado y el capitalismo monopolista de Estado.

Véase también

Referencias

  1. Definición minimalista elaborada de forma que concuerde con las principales definiciones esencialistas, tanto posteriores (Sombart, 1902; Weber, 1904) como previas a la invención del término (Ricardo, 1817; Proudhon, 1840; Marx, 1848) y a la elaboración del concepto (Smith, 1776) y concordante con la definición del diccionario de la Enciclopedia Británica: «Capitalism», Merriam-Webster's Collegiate Dictionary
  2. Joseph Lajugie, Los sistemas económicos, EUDEBA, 1987, pp. 13-14
  3. Diccionario Enciclopédica Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L en Thefreedictionary.com Consultado el 16 de junio de 2011
  4. Fernand Braudel, La dinámica del capitalismo, Fondo de Cultura Económica, 2006, pp. 52-55
  5. Ludwig von Mises, La acción humana, Unión Editorial, 1995, pp. 322-328
  6. Richard Pipes, Propiedad y libertad, Fondo de Cultura Económica, 1999, pp. 72-73 y 157-160
  7. Paul Lafargue, «Feudal Property» and «Bourgeois Property», The Evolution of Property, caps. VI & V
  8. Max Weber, «Introducción general a los “Ensayos de sociología de la religión” (1920)», La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Fondo de Cultura Económica, 2008, pp. 53-70. Sobre la misma cuestión véase también el resumen temático de la obra principal en: «Notes on Max Weber», Introduction to Social Theory (Sociology 250), October 11, 2002, Department of Sociology and Social Studies, University of Regina
  9. Christoph Deutschmann, «A pragmatist theory of capitalism», Socio-Economic Review, Oxford Journals, 2011, Volume 9, Issue 1, cap. 3, p. 90
  10. Adam Smith, Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, Fondo de Cultura Económica, 2010, libro segundo, intr., pp. 250-251
  11. Karl Marx, El capital. Crítica de la economía política, Fondo de Cultura Económica, 2010, libro primero, tomo I, cap. XXV, pp. 650-651
  12. Juan Sebastián Landoni, «Empresario y capitalista: nota para una teoría austriaca de la firma», Journal of Management for Value
  13. Werner Sombart, El apogeo del capitalismo, Fondo de Cultura Económica, 1984. Ver resumen de la referencia en: Christoph Deutschmann, op. cit., cap. 4, p. 94
  14. Robert E. Lucas Jr.. «The Industrial Revolution: Past and Future». Federal Reserve Bank of Minneapolis 2003 Annual Report. Consultado el 20 de noviembre de 2009.
  15. J. Bradford DeLong. «Estimating World GDP, One Million B.C. – Present». Consultado el 20 de noviembre de 2009.
  16. Clark Nardinelli. «Industrial Revolution and the Standard of Living». Consultado el 20 de noviembre de 2009.
  17. George Reisman. «Freedom Is Slavery: Laissez-Faire Capitalism Is Government Intervention, A Critique of Kevin Carson’s Studies in Mutualist Political Economy». Capitalism.net. Consultado el 20 de noviembre de 2009.
  18. La frase «laissez faire, laissez passer» es una expresión francesa que significa «dejad hacer, dejad pasar», refiriéndose a una completa libertad en la economía: libre mercado, libre manufactura, bajos o nulos impuestos, libre mercado laboral, y mínima intervención de los gobiernos. Fue usada por primera vez por Jean-Claude Marie Vicent de Gournay, fisiócrata del siglo XVIII, contra el intervencionismo del gobierno en la economía.
  19. Walberg, Herbert (2001). Education and Capitalism. Hoover Institution Press. pp. 87–89. ISBN 0-8179-3972-5. 
  20. Guillermo Hirschfeld. «Refundar el capitalismo: Una misión imposible». Hispanic American Center for Economic Research. Consultado el 20 de noviembre de 2009.
  21. Ideológicamente plurales pues no consistiría en una única receta a nivel mundial, sino según la región.

Bibliografía

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