Fernando de la Cueva y Escobedo

Fernando de la Cueva y Escobedo

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Gobernador de la provincia de Costa Rica, nacido en Talavera de la Reina (Toledo) (España), en 1569, hijo de Juan de la Cueva e Inés de Escobedo. Casó en Guatemala con Catalina Gutiérrez.

Fue Teniente Gobernador de Soconusco, cuando su padre era gobernador de esa provincia. El 16 de diciembre de 1593 fue nombrado por el rey Felipe II como gobernador de Costa Rica por doce años, y suscribió una capitulación en la que se comprometía a realizar una serie de acciones tales como fundación de ciudades, introducción de ganados, etc.

Tomó posesión de su cargo el 30 de marzo de 1595 y desde el inicio de su administración dio muestras de su temperamento venal, ya que admitió de su antecesor Gonzalo de Palma el obsequio de un esclavo negro para favorecerlo en su juicio de residencia. Además, no solamente no cumplió con nada de lo capitulado con la Corona, sino que pronto se hizo notar por sus abusos de poder, su poca probidad y su trato violento con los indígenas.

A consecuencia de las muchas quejas y reclamos de los vecinos de Costa Rica, la Real Audiencia de Guatemala abrió un proceso en su contra por cargos de robo, estafa, cohecho, maltrato a los indígenas, rapto de mujeres y violación de correspondencia, y hubo de marchar a esa ciudad a defenderse, pero el juicio no parece haber dado resultado alguno, ya que se le reintegró a su cargo.

Murió en Cartago, (Costa Rica) en 1599, dejando tristes recuerdos, que le merecieron de los historiadores apelativos como el de "el Gobernador calavera" y "el Gobernador bellaco".

Obtenido de "Fernando de la Cueva y Escobedo"