Germán Muller

Germán Muller

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Germán Muller

Considerado alemán por su apellido, nace el 31 de julio de 1907 en territorio italiano. En el Valle de Aosta, en un pequeño pueblo denominado Arviers, con sólo un conglomerado de casas, que no figuraban ni siquiera en los mapas. Su familia pasó muchas penalidades. nace el día de san Germán y su familia católica lo bautiza con el nombre Germán. Creció como un bambino travieso paseando en la bicicleta de su padre, era alegre, rebelde, burlón y algo introvertido. Pronto dio muestras de saber lo que quería ser en la vida y con 10 años dijo a sus padres que quería ser carpintero con lo que fabrico sus primeros juguetes articulados con madera.

La muerte de su padre

Durante la Primera Guerra Mundial, su padre Gabrielo Muller se alistó en el ejército italiano integrando el cuerpo de infantería de los Bersaglieri , cuyos soldados se desplazaban en bicicleta, su padre llevaba una bicicleta que había comprado su suegro y se la había regalo pocos años antes de comenzar la guerra.

Estuvo en la batalla de Caporetto, donde Italia sufrió una de sus derrotas más sangrientas y es en esa batalla donde pedalío por última vez su máquina de acero el as de trébol por el dibujo que le tenía puesto. Después todas sus pertenencias fueron enviadas a su esposa que era modista, entre ellas la bicicleta, un anillo de oro con un rubí rojo y un fusil Carcano M91. Al morir su padre Germán Muller tomo la bicicleta que le dejo como única herencia, peregrino y subió los setecientos cincuenta y cuatro metros de altitud, en el Coll de Ghisallo, en el Santuario de la "Madonna “ la preferida de su padre, allá pidió por el bienestar de su difunto padre y para que este lo protegiera.

A los pocos días del trágico suceso, decidió por su cuenta y riesgo trasladarse a Suiza allá realizo múltiples oficios como carpintería, ayudante de albañil, pintando y reparando zapatos, dibujante, cortando árboles para abrir carreteras y por ultimo paro en un taller de bicicletas en Bern para reparar una avería en su máquina y allá conoció a Rolf Altij dueño del taller quien al escuchar su historia le ofreció trabajo de diligenciero.

Su inicio como ciclistas profesional

Germán Muller se crio entre bicicletas ganado muy poco dinero pero aprendiendo mucho de los ciclistas que acudían al taller y contaban sus hazañas en carreras como el tour de Francia. Le llegaron voces de que Suiza era muy propicia en la celebración de carreras ciclistas, en donde los aficionados a este deporte vivían con particular afición sus altibajos. Era el lugar apropiado para aprender aquel duro oficio que consistía en darle duro a los pedales y entrenar para progresar.

Es así como con el apoyo de su mentor el mecánico Rolf Altij que se inicia en el mundo de las carreras. Con el deseo de conservar la bicicleta que le dejo su padre, al estilo de la antigua escuela (old school) le hace las modificaciones para convertirla en una bicicleta de carreras cambiándole piezas para hacerla más ligera y le agrega cambios de velocidades de activación por pedal, después la pinta. Y así comienza a entrenar y formarse en las carreras locales.

Siendo aficionado ganó su primera carrera de ciento un kilómetros de en un pueblo cercano al lago Geneva en 1924 ante la participación de 2 ciclistas profesionales. A partir de esta carrera las actuaciones de Germán llamaron la atención deportiva de su jefe el mecánico Rolf y lo motivo a correr el Giro de Italia en 1925 a través de una convocatoria de el periódico milanés La Gazzetta dello Sport que le llego Rolf Altij dueño del taller donde trabajaba, por cansancio no termina la carrera.

Con el paso del tiempo, se suceden más carreras y las buenas actuaciones de Germán, que poco a poco se irán preparandolo para el tour de Francia.

El 4 de septiembre de 1925 acude a una carrera en España con los grandes ciclistas españoles de la época: Ricardo Montero, Miguel Mució, Teodoro Monteys, Jaime Janer, Barruetabeña, Remigio Loroño, Victorino Otero y termina entre los primeros 30. Pese a sus buenas actuaciones, ningún equipo profesional se interesó por él. Corre la Carrera liege bastogne –liege con un clima impredecible. Terminando en 24 Y se enfrenta temerariamente por primera vez con los hermanos francéses Henri y Francis Pélissier. Era rápido en las llegadas, en dónde se desenvolvía con bastante facilidad. Tenía un sentido táctico muy desarrollado, corría con inteligencia y era extremadamente enérgico en sus ataques. No le temía al peligro. Era sumamente valiente, Era un semidesconocido o temeroso como le decían los ciclistas profesionales, pero se presentaba a pelear, así de repente con lo que Su fama se esparce por todos los rincones de Suiza e incluso en los países del extranjero.

Su primer Tour de France

Corrió el Tour de recorrido más largo el año 1926, con un total de 5.795 kilómetros.

Partió de casa en bicicleta recorriendo 420 km y llego una noche antes de la salida. Sufriendo las injusticias de los organizadores, sin masajista, sin mecánico, ni médicos, ni auxiliares que le pudieran echar una mano en un momento de debilidad, prestarles una rueda o su bicicleta; sin coche seguidor para avituallarles en carrera teniendo que parar en las fuentes a beber agua. Completamente desatendido le buscaba alojamiento en míseras posadas de cuarta categoría, Cuarenta francos diarios de dieta fue lo que le dieron y una bolsa de comida eso era todo por lo que tuvo que ir pagándose gran parte de los gastos de su propio bolsillo, ya que los 40 francos que le asignó la organización no alcanzaban ni para un tercio de los mismos.

Después de tener en la última etapa tres caídas, ser golpeado por un vehículo de prensa y pinchar 3 veces; así llegó a la meta, no fue el primer lugar pero si el primer joven de 19 años en terminar todo el tour ciclistas que consiguió entrar en todas las etapas con el control de tiempo abierto.

La victoria correspondió al belga Lucien Buysse, considerado como un desenvuelto escalador que celebro en la meta con las flores que le envio Trousselier ex ganador del tour de 1905. Dejó un buen recuerdo, especialmente en las etapas pirenaicas. Se da la circunstancia de que aquel Tour, por vez primera, no se puso en marcha en la capital francesa, sino en la ciudad de Evian.

Conforme llegaban los ciclistas los aficionados salían de sus casas con recipientes y agua para que los recién llegados sacaran al polvo de sus rostros y bebieran los que estaban a punto de deshidratarse por el sol. Al cruzar a la meta todo sudoroso y con el rostro cubierto de polvo que hacía difícil reconocerlo, no tuvo tiempo de bajar de su bicicleta, un reportero ingles lo apunto y grito “The Survivor” (el sobreviviente) y en eso una muchedumbre lo tomó en brazos para pasearlo entre vítores. Eran el primer joven de 19 años que término todas las etapas de ese tour solo y con los controles de tiempo a aun abiertos. Había cumplido la prueba a pesar de su corta edad. El reportero ingles después publico una foto de Germán y Rolf cuando recién terminaba su participación épica en el tour, con la siguiente leyenda como pie de pagina: “El sobreviviente más joven al tour de Francia más largo, Germán es un joven con unas condiciones atléticas formidables. Y no lo parece. Porque es delgado y de 165 de altura. Sin embargo, dentro de aquel cuerpecito debilucho pedalea una máquina perfecta llena de energía, Todo está bien en él. No protesta de nada, no riñe con nadie, no tiene sed, no tiene hambre y no acepta cuando alguien lo invita, por ser de temperamento modesto”. Después de probar suerte en el tour prometió volver el próximo año para entrar entre los primeros 10. En una temporada que hizo con su familia aprovecho para entrenar en toda Italia.

Una mañana fresca del 3 de junio de 1927 detuvo su entrenamiento un accidente que lo consterno para siempre. El venía por la sinuosa carretera de Pordenne detrás de un ciclista que veía en el horizonte y deseaba alcanzarlo, era su reto de esa mañana y ya a punto de dar con el vio como le rebaso una camioneta negra a toda prisa y paso tan cerca del ciclista de enfrente golpeándolo en el codo derecho, provocando que perdiera el control de la bicicleta y se estampara de frente de una piedra, arrojándolo contra el suelo rompiéndole el cráneo, Germán se detuvo a ayudarlo, el ciclista herido era Ottavio el gran héroe del tour de la década de los 20´s, Ottavio solo alcanzo a decirle “Vive y no permitas que vuelva a pasar eres un sobreviviente pudiste ser tú, te venía observando para que no me alcanzaras, sin embargo me toco a mí, cuida a los ciclistas de los automovilistas”, después Ottavio no volvió a hablar ni abrir los ojos, días después moriría en un hospital de Gemona. Germán pedaleo tan rápido como pudo para avisar a las autoridades más cercanas pero no le hicieron caso. Ese año de 1927 no correo el tour por respeto a Ottavio.

Después de vivir esta experiencia prefería correr en “carreteras de pueblos y brechas”, donde no tenia que lidiar con los automovilistas y le garantizaba un mejor entrenamiento, que aprovechaba para prepararse y un día demostrar su verdadero talento en carreras como el Tour de Francia.

Nicolas Frantz por partida doble gana las ediciones de 1927 y 1928 del tour de france y Maurice De Waele gana la edición de 1929 con lo que seguirán impidiendo el triunfo para los franceses. Desgrange ve el peligro de la pérdida de popularidad del Tour de Francia al no ver franceses en el pódium y se saca un As de la manga. A partir de 1930 se disputará por selecciones nacionales. La carrera individual se transforma estratégicamente. La fuerza del trabajo en equipo se impone. Francia, con sus ases Leducq, Magne y Speicher apoyados por los Bidot, Pelissier, Lapebie, Vietto se convierten en monopolizadora de los triunfos hasta que en 1935 el titulo pasa a los belgas que dejan de lado sus rivalidades personales y conjuntan un equipo poderoso con Romain y Sylvere Maes, Vissers, Vervaecke, Ritserveldt y Vlaeminck que les devuelve la supremacía.

En septiembre de 1929 corre la Volta a Catalunya después en 1930 la Vuelta a Marruecos y Giro del Piave. Corrió los Tour de Francia de 1928 y1929 pero no los termino por diferentes percances como caídas, averías en su bicicleta y enfermo de forúnculos.

Con la incorporación de equipos formados por selecciones nacionales al tour de Francia en 1930, ve frustrada su aspiración porque ni los italianos ni los Suizos lo consideraban para sus selecciones. Corre la Carrera Ghent-wevelgem en 1934, que incluyo caminos a través de granjas, autopistas, atraviesando Bélgica. Disputa el Tour de flanders abriéndose paso entre adoquines que hacen calar los huesos. Dándose un duelo con sus máximos rivales Alfredo Binda, Girardengo y Domenico Piemontesi.

Y continúo corriendo en carreras y giros de menor importancia pero manteniendo un dominio total de las carreras hasta que la Segunda Guerra mundial provoco que dejara de entrenar como acostumbraba. A principios de 1941 es enlistado en el ejército de Benito Mussolini y el 6 de abril es enviado a Alemania para participar en la toma de Yugoslavia. Después del combate se queda en el ejército alemán como cabo de un pelotón de soldados ciclistas anticarros, cosa que le sirvió para seguir entrenando.

En 1943 es enviado en el submarino U-176 al mar atlántico donde un cazasubmarinos cubano los derriba, siendo el único sobreviviente que gracias a su gran condición física naufrago por 4 días hasta llegar a una isla del Caribe y de allá se dirigió a México donde se estableció empezando una nueva vida.

Estando en México se entera de la espectacular y gran carrera ciclista La Vuelta a México y se dedica a entrenar en brechas, caminos y en carretera, es así como se entera de que en México estaban comenzando a surgir ciclistas de las rancherías y de los oficios más humildes como Ángel Romero, quien fue el más grande en la Vuelta de México con cuatro títulos de campeón, junto aparecían Eduardo Aguilar, El Zapopan, Ricardo Pollero García y un el frances Blaise Quaglieri

Un día de marzo de 1946, salió a entrenar por brechas como solía acostumbrar y ya nunca regreso, hasta hoy su desaparición sigue siendo un misterio, hay quienes afirman que lo atropellaron, otros que se cayó a algún cenote o desfiladero cuando visitaba Yucatán y otros que lo capturaron los espías nazis en América.

Según una noticia muy sonada en México en la década de los 80,s unos turistas que andaban por Yucatán, se estaban refrescando en un cenote y encontraron entre el agua y las piedras un esqueleto aferrado a una bicicleta de carreras y al intentar sacarlo el cuerpo y la bicicleta se desprendieron y se fueron al fondo pudiendo sacar solo el cráneo. Muchos aun creen que se trata de los restos de Germán Muller, las autoridades aun no han resuelto el caso.

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