Alejandro Zohn

Alejandro Zohn (nació en Viena, Austria, el 8 de agosto de 1930, y murió en Guadalajara (México) en 2000. Fue un arquitecto nacionalizado mexicano, sobreviviente del holocausto que Hitler causó en la Segunda Guerra Mundial, pero que logró evitar gracias a que cambió su residencia a Guadalajara, Jalisco, México, donde se desarrolló como profesionista exitoso. Fue alumno de Mathias Goeritz en la Universidad de Guadalajara, México, donde estudió y terminó la carrera de ingeniero en 1955 y la de arquitecto en 1963. Sus capacidades como ingeniero se reflejan en varias estructuras desafiantes e ingeniosas que se derivan en parte de los preceptos que asimiló de Félix Candela. Ejemplos notables de su creatividad son la concha acústica (1958) en el Parque Agua Azul, el Mercado Libertad (1959) y la Unidad Deportiva Adolfo López Mateos(1962), todas estas obras en Guadalajara.

El Mercado Libertad es significativo por su azotea de paraboloides hiperbólicos, que tienen amplias áreas sin apoyos. Él también construyó estructuras residenciales en las que prestó cuidadosa atención a los detalles de funcionalidad interior, la durabilidad y el mantenimiento de los materiales. El conjunto de viviendas 'CTM-Atemajac' (1979), Guadalajara, es uno de sus logros principales en esta área, pues comprende varios edificios con revestimiento de ladrillo. Entre sus otros diseños en Guadalajara, destacan el del Banco Refaccionario de Jalisco (1973), Plaza del Sol, el estacionamiento 'Mulbar' (que en su interior se encuentra uno de los primeros centros comerciales en el centro de la ciudad). Ésta obra, aunque es valiosa individualmente, fue muy criticada porque su expuesto modernismo rompió la armonía arquitectónica del primer cuadro de la ciudad. También destaca el edificio del Archivo del Estado de Jalisco que construyó en (1989), ya que posee notables volúmenes construidos con hormigón expuesto y con un mínimo de aberturas exteriores que dan el aspecto de una fortaleza esculpida. La propia casa donde vivió Zohn (1989), ubicada en la colonia Colinas de San Javier de Guadalajara, posee un estilo íntimo y con afinidades que rememoran la arquitectura vernácula de Jalisco.