Inmigración en España

Inmigración en España

La inmigración en España ha existido desde siempre, pero es desde la década de 1990, un fenómeno de gran importancia demográfica y económica. Según el INE 2011, a primero de enero de 2011 residían en el país casi 6,7 millones de personas nacidas fuera de sus fronteras (de los cuales casi un millón habían adquirido la nacionalidad española).

Contenido

Evolución de la migración en España

Población extranjera en España[1]
Año Extranjeros censados % total
1981 198.042 0,52%
1986 241.971 0,63%
1991 360.655 0,91%
1996 542.314 1,37%
1998 637.085 1,60%
2000 923.879 2,28%
2001 1.370.657 3,33%
2002 1.977.946 4,73%
2003 2.664.168 6,24%
2004 3.034.326 7,02%
2005 3.730.610 8,46%
2006 4.144.166 9,27%
2007 4.519.554 10,0%
2008 5.220.600 11,3%
2009 5.598.691 12,0%
2010 5.747.734 12,2%
2011 5.730.667 12,2%
Evolución del porcentaje de población extranjera.[1]

En unas pocas décadas, España ha pasado de ser un país emisor de emigrantes a ser un receptor de flujo migratorio. A partir de 1973, con la crisis del petróleo, la emigración de españoles al extranjero empezó a dejar de ser significativa y se produjo el retorno de muchos emigrantes españoles que se mantiene hoy en día; hecho que se cree que ha sido forzado por el descenso del atractivo laboral de los países de acogida y otras relacionadas con asuntos de pensión de vejez.[cita requerida]

El restablecimiento de la democracia coincidió con una fase de relativo equilibrio en los saldos migratorios netos, que se prolongó hasta mediados de los años 1990. En la actualidad se piensa también que las nuevas generaciones de españoles nacidos en el extranjero retornan debido principalmente a un sentido más favorable de la relación trabajo-valor que resulta más atractiva por el Euro.[cita requerida]

Junto con el dinamismo que ha mostrado la economía española desde entonces, se cuenta el fuerte crecimiento de la inmigración no española. Desde el año 2000, España ha presentado una de las mayores tasas de inmigración del mundo (de tres a cuatro veces mayor que la tasa media de Estados Unidos, ocho veces más que la francesa. En el año 2005 sólo era superada en términos relativos en el continente europeo por Chipre y Andorra.[2] En la actualidad, sin embargo, su tasa de inmigración neta llega sólo al 0,99%, ocupando el puesto número 15 dentro de la Unión Europea.[3] Es además, el noveno país con mayor porcentaje de inmigrantes dentro de la misma, por debajo de países como Luxemburgo, Irlanda, Austria o Alemania.[4]

España es, además, el décimo país del planeta que más inmigrantes posee en números absolutos, por detrás de países como Estados Unidos, Rusia, Alemania, Ucrania, Francia, Canadá o el Reino Unido.[5] En los cinco años posteriores, la población extranjera se había multiplicado por cuatro, asentándose en el país casi tres millones de nuevos habitantes. Según el censo de 2009, el 12% de los residentes en España era de nacionalidad extranjera. A causa de la crisis económica que atraviesa España, del 2010 al 2011, se produjo un descenso por primera vez en la historia de 37.056 personas en cifras absolutas.[6]

En 2011, la población de origen foráneo representaba el 14,1% de una población total registrada de 47,1 millones de personas. Esto constrata con mediados de los años 90, cuando su número era de cerca de un millón y su porcentaje rondaba el 2,5% de la población total.[7] Durante la última década el origen de los inmigrantes se ha diversificado. En enero de 1998, los inmigrantes provenientes de la UE-15 constituían el 41,3% del total de residentes no nacidos en España. En enero de 2011, su porcentaje suponía menos del 20%. Al mismo tiempo, el mayor aumento lo registraban los inmigrantes de países europeos no incluidos en la categoría UE-15, especialmente aquellos provenientes del este europeo.

El número de inmigrantes europeos de países fuera de la UE-15 entre 1998 y 2011, y su peso porcentual en el total de la inmigración pasó de 6,6% a 21%. Considerando los países de origen de la inmigración vemos que en 1998 las cinco nacionalidades dominantes eran marroquíes (190.497), franceses (143.023), alemanes (115.395), británicos (87.808) y argentinos (61.323). En 2011 esta lista era: rumanos (809.409), marroquíes (766.187), ecuatorianos (478.894), británicos (392.577) y colombianos (372.541).


Distribución de la inmigración en España

La población extranjera se suele concentrar en las zonas de mayor dinamismo económico del país, y por tanto con mayor necesidad de mano de obra. Así, las zonas de España con mayor proporción de inmigrantes son Madrid y su área de influencia, el arco mediterráneo y las islas. En el caso de los inmigrantes comunitarios, muchos buscan el poder disfrutar de un clima más suave que el de sus países de origen; de esta manera, los residentes de la Unión Europea se suelen concentrar en las costas de Levante, Andalucía, Baleares y Canarias. Por el contrario, las regiones con menor proporción de inmigrantes en el 2005 son Extremadura (2,3% frente al 8,46% nacional), Asturias (2,5%), Galicia (2,5%), País Vasco (3,4%), Castilla y León (3,6%) y Cantabria (3,7%). Hay que señalar que el 44,81% de todos los inmigrantes censados en España se reparten entre tan sólo tres provincias (Madrid, Barcelona y Alicante).

Según el censo de 2009, la localidad española con mayor proporción de extranjeros es San Fulgencio (Alicante), donde el 77,58% de sus 12.030 habitantes son no españoles. Los únicos municipios de más de 10.000 habitantes donde los extranjeros superan a los nacionales son Rojales (65,25% de extranjeros), Teulada (60,37%), Calpe (58,61%), Jávea (51,22%) y Alfaz del Pi (50,89%), todos ellos en la provincia de Alicante, que es la provincia con mayor porcentaje de inmigrantes del país. La ciudad de más de 50.000 habitantes con mayor proporción de extranjeros es Torrevieja (con un 47,65% de foráneos sobre 84.348 habitantes), también en Alicante, y la capital de provincia con mayor porcentaje es Castellón de la Plana (15,23% sobre 167.455 habitantes).

Por otro lado, la distribución geográfica de los inmigrantes depende también en gran medida de su nacionalidad. En Madrid y Cataluña, la suma de iberoamericanos y africanos (contando magrebíes) representa en ambas comunidades dos tercios de los inmigrantes, si bien en Cataluña hay el doble de africanos que de iberoamericanos y en Madrid sucede lo contrario. Los marroquíes son la colonia más numerosa en Cataluña y Andalucía, y el 75,51% de todos los paquistaníes del país se encuentran en Cataluña. La mayor parte de los ecuatorianos se encuentran entre Madrid (un 34% de ellos en 2005), Barcelona y Murcia. Los británicos son mayoritarios en Alicante y Málaga; los alemanes, en Baleares y Canarias. Por su parte, casi la mitad de los rumanos de España residen entre Madrid y Castellón.

Origen de los inmigrantes

La inmigración en España es muy variada y está dominada por la procedente de áreas culturalmente cercanas. En España, la mayoría de los inmigrantes provienen de Iberoamérica (el 36,21% del total de extranjeros afincados en España, según el censo INE 2006); les siguen después los procedentes de la Unión Europea (34,45%) y del norte de África (14,83%). A gran distancia se encuentran los extranjeros provenientes de la Europa no comunitaria (4,40%), el África subsahariana (4,12%), el Extremo Oriente (2,72%), el Subcontinente indio (1,67%), América del Norte (0,66%) y Filipinas (0,48%). Del resto de Asia y de Oceanía sólo son originarios el 0,50% restante, mientras que están registrados un 0,02% de apátridas.

Orígenes geográfico-culturales de la población extranjera en España (2006)[8]
Área de origen Población % total extranjeros Principales nacionalidades
1 Iberoamérica 1.500.785 36,21% Ecuador (11,13%), Colombia (6,40%), Argentina (3,63%), Bolivia (3,37%), Perú (2,31%), Brasil (1,75%)
2 Europa Occidental 872.694 21,06% Reino Unido (6,63%), Alemania (3,63%), Italia (2,79%), Francia (2,17%), Portugal (1,95%), Países Bajos (0,95%)
3 Europa del Este 735.506 17,75% Rumanía (9,82%), Bulgaria (2,45%), Ucrania (1,69%), Polonia (1,11%), Rusia (0,96%), Lituania (0,38%)
4 África del Norte 614.436 14,83% Marruecos (13,59%), Argelia (1,14%)
5 África subsahariana 170.843 4,12% Senegal (0,85%), Nigeria (0,76%), Gambia (0,42%)
6 Extremo Oriente 132.474 2,72% China (2,53%), Filipinas (0,48%), Japón (0,13%)
7 Subcontinente indio 69.006 1,46% Pakistán (1,02%), India (0,50%), Bangladesh (0,15%)
8 América del Norte 27.292 0,66% EE. UU. (0,59%)
9 Medio Oriente 18.094 0,44% Irán (0,06%), Siria (0,06%), Israel (0,04%)
10 Oceanía 2.363 0,06% Australia (0,04%)


Inmigración en España por país (2008).

Por nacionalidades, las más presentes son la marroquí, la rumana, la ecuatoriana, la británica y la colombiana. En la tabla siguiente se describe el crecimiento registrado por las comunidades de inmigrantes más grandes de España en 2007, y entre los censos de 2001 y 2006. Las que más crecieron en este periodo fueron la paraguaya (+2980%, aunque partiendo desde niveles muy bajos), la boliviana (+2012%) y la rumana (+1187%).

Puesto País 2011[9] 2001[10] 2006[11]  % crec.
2001-2011
Total 5.730.667 1.370.657 4.144.166 +318%
1 Bandera de Rumanía Rumanía 864.278 31.641 407.159 +2.632%
2 Bandera de Marruecos Marruecos 769.920 233.415 563.012 +230%
3 Bandera del Reino Unido Reino Unido 390.880 107.326 274.722 +264%
4 Bandera de Ecuador Ecuador 359.076 139.022 461.310 +158%
5 Bandera de Colombia Colombia 271.773 87.209 265.141 +212%
6 Bandera de Bolivia Bolivia 197.895 6.619 139.802 +2.890%
7 Bandera de Alemania Alemania 195.842 99.217 150.490 +97%
8 Bandera de Italia Italia 187.847 34.689 115.791 +442%
9 Bandera de Bulgaria Bulgaria 172.634 12.035 101.617 +1.334%
10 Bandera de la República Popular China China 166.223 27.574 104.681 +503%
11 Bandera de Portugal Portugal 140.706 47.064 80.635 +199%
12 Bandera del Perú Perú 131.886 30.574 124.681 +331%
13 Bandera de Francia Francia 122.385 51.582 90.021 +137%
14 Bandera de Argentina Argentina 120.012 32.429 150.252 +270%
15 Bandera de Brasil Brasil 106.908 17.078 72.441 +526%
16 Bandera de la República Dominicana República Dominicana 90.612 31.153 61.071 +191%
17 Bandera de Paraguay Paraguay 87.406 928 28.587 +9.319%
18 Flag of Ukraine.svg Ucrania 85.913 10.318 69.893 +733%
19 Bandera de Polonia Polonia 85.862 13.469 45.797 +537%
20 Bandera de Pakistán Pakistán 69.841 8.274 42.138 +744%
21 Bandera de Senegal Senegal 63.248 10.627 35.079 +333%
22 Bandera de Argelia Argelia 60.538 18.265 47.079 +231%
23 Bandera de Venezuela Venezuela 59.453 16.549 51.261 +259%
24 Bandera de los Países Bajos Países Bajos 54.424 23.146 39.484 +135%
25 Bandera de Cuba Cuba 54.406 24.534 44.739 +122%
26 Bandera de Rusia Rusia 52.832 10.047 39.904 +426%
29 Bandera de Nigeria Nigeria 44.870 7.598 31.588 +491%
27 Bandera de Uruguay Uruguay 42.581 6.828 45.508 +524%
28 Bandera de Chile Chile 41.712 11.674 39.704 +257%
30 Flag of Belgium (civil).svg Bélgica 35.876 19.869 29.526 +81%

Inmigrantes subsaharianos en España

Evol. Subsharinaos España.jpg

La inmigración subsahariana en España es de vieja data, pero siempre fue cuantitativamente muy limitada. Esta situación comienza a cambiar en los años 90, cuando empieza a llegar a Melilla un flujo mayor de africanos procedentes del sur del Sáhara. En enero de 1998 vivían en España unas 36.000 personas nacidas en África subsahariana, pero no sería hasta los años posteriores a la regularización de 1996 cuando se produce el primer “boom” de la inmigración subsahariana y de su acceso al mercado de trabajo español el cual se orientará, fundamentalmente, hacia sectores como la agricultura, la construcción, los servicios y el comercio ambulante, sectores caracterizados por los bajos salarios y las condiciones precarias de empleo. Entre enero de 1998 y enero de 2003 se triplica la llegada de inmigrantes subsaharianos, llegando a la cifra de 110.000 personas. En 2010 la cifra es de 237.309 y todas las variables indican una tendencia a la diversificación de los países de procedencia. La irregularidad ha sido la forma mayoritaria que ha asumido la migración subsahariana, lo que hace que los primeros años en España estén caracterizados por la precariedad y el acceso al mercado informal de trabajo. Para muchos subsaharianos se trata, sin embargo, de una forma de exclusión o irregularidad extrema dada la imposibilidad de muchos, debido a su falta de documentación, de empadronarse y obtener por ello la regularización vía arraigo. Esto hace de los inmigrantes subsaharianos una categoría especialmente vulnerable dentro de las migraciones provenientes de países no comunitarios. Las comunidades autónomas con mayor porcentaje de inmigrantes empadronados de origen subsahariano eran en 2010: Cataluña (27,6%); Madrid (16,9%); Andalucía (12,9%); y la Comunidad Valenciana (10,4%).[12]

Inmigrantes regulares en España

Se trata de los extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor. Ambas estadísticas proceden de ficheros cedidos por la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil y explotados por el Observatorio Permanente de la Inmigración. Estas cifras no tienen en cuenta los trabajadores transfronterizos, los solicitantes de asilo, los apátridas, los que se encuentran en España en situación de estancia, y los que tenían caducada su documentación y estaban en trámites de renovarla.

A 31 de diciembre de 2009, y teniendo en cuenta estas consideraciones, la cifra de inmigrantes regulares en España era de 4,8 millones.

Puesto País[13] 31 de diciembre de 2009[14]
1 Bandera de Marruecos Marruecos 767.784
2 Bandera de Rumanía Rumanía 751.688
3 Bandera de Ecuador Ecuador 440.304
4 Bandera de Colombia Colombia 287.205
5 Bandera del Reino Unido Reino Unido 222.039
6 Bandera de la República Popular China China 151.547
7 Bandera de Italia Italia 150.667
8 Bandera de Bulgaria Bulgaria 147.080
9 Bandera de Portugal Portugal 126.928
10 Bandera de Bolivia Bolivia 117.106
11 Bandera de Alemania Alemania 109.438
12 Bandera de Argentina Argentina 103.171
13 Bandera de la República Dominicana República Dominicana 87.201
14 Bandera de Polonia Polonia 86.314
TOTAL 4.791.232

Según régimen de residencia, 2.562.032 extranjeros (el 53,47% del total) están incluidos en el Régimen General y 2.229.200 (el 46,53%) al Régimen Comunitario, del que forman parte los nacionales de países de la Unión Europea, así como sus familiares y los familiares de españoles carentes de nacionalidad española.

Del total de certificados de registro o tarjetas de residencia en vigor a 31 de marzo de 2008, el 21,6% corresponde a autorizaciones de trabajo por cuenta ajena, el 0,3% a autorizaciones de trabajo por cuenta propia, el 10,8% es de residencia no lucrativa (no da derecho a trabajar), el 20,4% es de tipo permanente, permitiendo residir y trabajar en las mismas condiciones que los españoles, y el 46,8% restante es un certificado de registro o tarjeta de residencia perteneciente a un ciudadano comunitario o familiar (Régimen Comunitario).

Dentro de los países que tienen los mayores porcentajes de Inmigrantes regulares en España, destacan Portugal (97,6%) y Reino Unido (96,9%).[cita requerida]

Características socio-económicas

La gran variedad de la inmigración en España hace difícil realizar una caracterización común.

Sexo

El 53,40% de los extranjeros censados en 2005 eran varones, frente a un 46,60% de mujeres. Sin embargo, se encuentran diferencias importantes dependiendo del origen de los inmigrantes:

  • Hay mayor porcentaje de mujeres que de hombres entre los inmigrantes procedentes de Sudamérica (un 53,42% de mujeres) y de Centroamérica (59,42% de mujeres).
  • La proporción entre mujeres y hombres del continente europeo es ligeramente favorables a los varones (un 52,41% de hombres).
  • Los hombres son claramente mayoritarios en la inmigración de origen africano (tanto subsahariano como magrebí): la proporción de mujeres en este colectivo es de tan sólo 31,81%.
  • Los colectivos con el ratio más aplastante varón-mujer son los de Malí (tan sólo un 6,68% de mujeres), Pakistán (9,70% de mujeres), Ghana (12,91%) y Bangladesh (16,93%). En el lado opuesto, las nacionalidades con mayores porcentajes de mujeres son la rusa (64,26% de mujeres), la nicaragüense (61,11%) y la brasileña (64,04%).

Edad

Pirámide de población de los extranjeros censados en España en el 2007. Presenta una hipertrofia en la población de entre 25 y 40 años, y una proporción mayor de varones que de mujeres. Compárese con la pirámide de población del conjunto de la población.

La edad media de la población residente en España según el censo de 2004 era de 40,22 años; 40,99 para los españoles y 32,83 para los extranjeros residentes.

La mayoría de la población inmigrante viene a España buscando un puesto de trabajo, de ahí que el 51,91% de los extranjeros residentes en España (frente a un 32,66% del conjunto de la población) tengan entre 20 y 39 años y que el 30,19% de los extranjeros tengan entre 25 y 34 años (frente a un 17,44% del conjunto de la población).[15]

Puesto que la mayoría de los extranjeros vienen a España en búsqueda de empleo, la proporción de mayores de 65 años es escasa, e incluso anecdótica en algunos países, mientras que el bloque más importante corresponde a la población en edad de trabajar (entre 16 y 65 años). El 17,71% de los ciudadanos de nacionalidad española tenía más de 65 años según el censo INE 2005; esta cifra era de tan sólo 4,81% para el total de extranjeros. Sin embargo, esto no es uniforme para todos los países:

  • Dentro de los inmigrantes comunitarios, hay una proporción importante de jubilados (un 15,85% de los comunitarios tiene más de 65 años), por lo que la distribución por edad de este colectivo es muy parecida a la española, aunque con un índice un poco inferior de menores de 15 años.
  • La proporción de mayores de 65 años era de 1,94% para los iberoamericanos, del 0,62% para la Europa no comunitaria (excluyendo a los naturales de Noruega y Suiza), del 1,35% para los procedentes del Norte de África, un 0,83% para los subsaharianos y de un 1,70% para los chinos.
  • Las nacionalidades donde hay mayor porcentajes de mayores de 65 años son la suiza (33,19%), la finlandesa (29,86%), la noruega (28,71%) y la sueca (25,82%). Donde menos, entre los naturales de Malí (0,07%), Ghana (0,07%) y Gambia (0,08%).

La pirámide de edad de la población extranjera residente en España presenta pues una base un poco más estrecha, un centro mucho más amplio y un pico despreciable en comparación con los del conjunto de la población española.

Ocupación laboral

Tienda de productos noruegos en Alfaz del Pi (Alicante), donde se encuentra la segunda mayor colonia de noruegos fuera de su país.

El sector profesional que empleaba más inmigrantes era, en 2005, el de los servicios (59%) (empleadas de hogar y hostelería), seguido de la construcción (21%). En la industria y la agricultura, la proporción era mucho menor (12% y 8%, respectivamente). De todas maneras, la ocupación laboral en el que trabajan los inmigrantes en España varía de manera importante en función de la nacionalidad:

  • Entre los inmigrantes de la Unión Europea, suele predominar la ocupación en el sector financiero, comercial o el desempeño de profesiones liberales.
  • Los procedentes de América Latina se emplean, preferentemente, en la hotelería, hostelería y como servicio doméstico.
  • La población del Este de Europa es la que, en proporción, más se emplea en la construcción (el doble que los españoles y casi tres veces más que los procedentes de la Unión Europea).
  • Los marroquíes trabajan en una proporción mucho mayor en el sector primario que los españoles.

Aspectos legales de la inmigración

Los aspectos legales relacionados con la inmigración no comunitaria se encuentran recogidos en la Ley de Extranjería, el Código Civil y tratados internacionales bilaterales. Por su parte, los residentes procedentes de la Unión Europea tienen en España los mismos derechos que cualquier nacional, pudiendo votar y ser elegidos en las elecciones locales.

Adquisición de la nacionalidad española

España sigue principalmente el Ius sanguinis, esto es, que la nacionalidad se transmite por la familia. Según el artículo 17 del Código Civil,[16] son automáticamente españoles todos los nacidos de padre o madre españoles. Además, sigue una forma restringida de Ius soli: los nacidos en territorio nacional obtienen automáticamente la nacionalidad si alguno de sus progenitores hubiese nacido también en España, si no se conociese su filiación, o si éstos provinieren de un país que no permite la transmisión automática de la nacionalidad a los hijos (como muchos países hispanoamericanos). Los demás nacidos en España pueden optar por la nacionalidad si permanecen viviendo en el país durante un año.

Como norma general, para poder solicitar la nacionalidad española se exige haber residido en el país de manera legal (con un permiso de residencia) y continuada durante al menos diez años. No obstante, para algunos colectivos el tiempo mínimo exigido es menor:

  • Refugiados políticos: 5 años.
  • Naturales de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial, Portugal y sefardíes: 2 años.
  • Nacidos fuera de España, de padre o madre, abuelo o abuela que originariamente hubieran sido españoles: 1 año.
  • Quienes hayan estado sujetos legalmente a la tutela, guarda o acogimiento de un ciudadano o institución españoles, durante dos años consecutivos, incluso si continuaran en esta situación en el momento de la solicitud: 1 año.
  • Los viudos o viudas de español o española, si a la muerte del cónyuge no existiera separación legal o de hecho: 1 año.
  • Cualquier nacido en el territorio nacional: 1 año.

Causas de la inmigración en España

La inmigración en España presenta un carácter multifactorial. Entre sus principales causas se encuentran:

  • El factor más importante de atracción migratoria es el desarrollo económico que ha demostrado España desde 1993. Basada en un crecimiento de la construcción y el turismo, la economía española ha venido requeriendo desde entonces una gran cantidad de mano de obra. En 2005, el país había creado unos 900.000 trabajos netos, de los que cerca de un 40% se ha ocupado por extranjeros.
  • La identidad cultural y lingüística con Iberoamérica, de donde proceden el 36,21% de los extranjeros que había en España en 2006, es un importante factor de elección para los migrantes de esta procedencia.
  • La suavidad del clima en el contexto europeo y la atracción por el modo de vida, siguiendo el efecto Sun Belt. El 21,06% de los extranjeros que hay en España proceden de Europa Occidental, especialmente de Reino Unido, concentrándose en las regiones insulares y en Alicante y Málaga. Muchos de ellos son inmigrantes de alto ingresos: jubilados, trabajadores a distancia con Internet o que establecen negocios, por lo general relacionados con la hostelería.
  • La cercanía geográfica al continente africano: con fronteras terrestres con Marruecos, las islas Canarias próximas al oeste africano y el propio sur peninsular cercano al Magreb. La renta per cápita española era, en 2001, doce veces superior a la de un marroquí; así, la frontera hispano-marroquí es la más desigual en términos económicos de toda la OCDE. El 18,13% de los extranjeros censados en España en 2006 procedían de este continente, muy especialmente de Marruecos.

Consecuencias de la inmigración en España

Consecuencias demográficas

La consecuencia más llamativa de la inmigración en España ha sido el aumento de la población: así, entre 1998 y 2005 España había crecido en 4.255.880 habitantes, lo que representa un crecimiento del 10,68% de la población en 7 años. La mayor parte de esta cifra se debe a la llegada masiva de inmigrantes durante este período.

Variaciones interanuales medias de la población española entre 1857 y 2006. Tras un periodo de crecimiento muy bajo (debido a la disminución de la natalidad) a principios de los años 1990, en la actualidad se está produciendo un pico histórico de crecimiento poblacional debido a la inmigración.

Además, la mayor tasa de natalidad de la población inmigrante es la principal causa del repunte de la fecundidad que se ha producido en el país, pasando de una tasa bruta de natalidad del 9,19‰ al 10,73‰ entre 1998 y 2005. En 2005, el 15,02% de los nacimientos registrados en España fueron obra de mujeres de nacionalidad extranjera,[17] aunque sólo es extranjera el 8,46% de la población española y el 10,64% de las mujeres en edad fértil residentes en España.

Por otro lado, como la mayor parte de la población que inmigra suele tener entre 25 y 35 años, el crecimiento es mayor en este grupo de edades y en consecuencia se rejuvenece la población española. Así, el 51,91% de los extranjeros residentes en España tiene entre 20 y 39 años, frente a un 32,66% del total de habitantes de España que se encuentran en esta franja de edad.

Una de las consecuencias de la Crisis económica de 2008-2010, la Crisis inmobiliaria española de 2008 y el alto Desempleo en España ha sido la reducción de la natalidad en la población inmigrante tanto por la falta de recursos como por la asunción de pautas de natalidad de la población autóctona -pocos hijos-.[18]

Consecuencias económicas

Visiones positivas

La importante llegada de población inmigrante en edad de trabajar ha repercutido favorablemente en el total de afiliaciones a la Seguridad Social, hasta el punto que cerca de un 45% de las altas registradas entre 2001 y 2005 correspondieron a trabajadores foráneos.

Puesto que casi la mitad del trabajo creado en estos años se ha nutrido de trabajadores extranjeros, su contribución al crecimiento del PIB en este quinquenio (un 3,1% medio anual, en términos reales) habrá sido muy significativa.

Además, el aumento de la población laboral ha comportado un incremento de la recaudación asociada a la imposición del trabajo (principalmente por la vía de las cotizaciones sociales). Sin embargo, el bajo porcentaje de su población dependiente (de menos de 15 años y de más de 65 años, que es del 18,98% para el colectivo extranjero pero del 30,83% para la población general) hace que aporten de manera neta a la caja del Estado más que la población nacional.

Por otra parte, dado que el empleo extranjero se ha concentrado principalmente en sectores donde la oferta de mano de obra nacional resulta escasa (construcción, empleados de hogar, hostelería, agricultura, etc.), la inmigración ha contribuido a suavizar la rigidez de esta oferta, limitando la aparición de tensiones inflacionistas y haciendo que pequeñas empresas españolas continúen con su actividad.

El hecho de que la población inmigrante ocupe puestos laborales poco deseables para la población española y el que sea una población joven, ha permitido que, a su vez los españoles ocupen puestos más altos en la pirámide laboral, que los jóvenes puedan acceder a mayor formación, que las mujeres puedan acceder en mayor número al mercado laboral y en general a que el Estado de Bienestar español continúe estable.

Visiones negativas

Se han alzado, también, opiniones que sostienen que la inmigración ha comportado distorsiones en el mercado laboral español. Así, aunque el PIB español ha crecido entre el 3% y el 4% entre los años 1997 y 2007, los salarios reales de la población española no sólo no han aumentado, sino que han disminuido ligeramente.[19] [20] [21] Señalándose que la llegada de trabajadores, presuntamente no cualificados ha tirado a la baja de los salarios en diversos sectores de la economía española como por ejemplo la construcción, la hostelería e incluso el servicio doméstico.

Por otro lado, buena parte de los trabajos asumidos por los inmigrantes han sido creados al calor de la llamada burbuja inmobiliaria: alrededor del 30% de los trabajadores de la construcción son extranjeros.

Así, lo que la inmigración habría permitido sería el abaratamiento del ciclo productivo en la economía tradicional española, al hacer innecesario acometer proyectos de modernización e I+D, debido a que la inversión no sería necesaria ya que se consigue mantener beneficios mediante la reducción de salarios.[cita requerida] Las principales presunciones negativas asumen que:

  • El fenómeno podría haber perjudicado a los trabajadores peor pagados, debido a un aumento de la oferta de mano de obra infravalorada socialmente por su cualificación laboral.
  • El aumento de los beneficios económicos no se han invertido en mejorar el ciclo productivo dentro de las empresas tradicionales.

Consecuencias socio-culturales

La llegada de inmigrantes en los últimos años ha generado una mayor diversidad cultural, religiosa y lingüística.

Aunque la evaluación a largo plazo de la inmigración en España es complicada debido a su carácter reciente, la llegada mayoritaria de inmigrantes procedentes de ámbitos culturales o lingüísticos cercanos (el 75,02% proceden o bien de Iberoamérica o bien de otros países del continente europeo), unido a que la inmigración es de origen variado, puede dejar entrever una integración menos problemática que la surgida en otros países de la Unión Europea.

Con todo, un estudio procedente del Ministerio de Trabajo e Inmigración de España señala que en los últimos años ha aumentado la tendencia general al rechazo de la población nacida en el extranjero, es decir, al aumento de la xenofobia.[22] Aunado a esto las nuevas generaciones de españoles nacidos en el país siguen compartiendo los ideales identitario de sus padres extranjeros, generándose grupos interétnicos en la población nacida en España.[23]

Consecuencias lingüísticas

Debido a la fuerte inmigración que ha recibido España desde los años 1990, han aparecido comunidades bilingües relativamente importantes. Las lenguas alóctonas más habladas en España son las siguientes:[24]

  • El árabe, principalmente árabe marroquí, es la lengua mayoritaria entre los inmigrantes procedentes del Magreb. En 2006 había empadronados en España 618.332 ciudadanos de nacionalidad marroquí, argelina, egipcia, siria, libanesa, jordana, tunecina e iraquí. Los árabes se encuentran repartidos por toda España, aunque su presencia es mayor en Ceuta, Cataluña y Andalucía que en otras comunidades.
  • El inglés, hablado principalmente en las provincias de Málaga y de Alicante por ciudadanos originarios del Reino Unido. Existen 315.122 empadronados en España (INE 2006) de nacionalidades británica, irlandesa, estadounidense, canadiense o australiana. Los ingleses constituyen más del 30% de la población en numerosos municipios de las costas alicantina y malagueña, donde poseen periódicos y canales de radio propios. Su presencia también es significativa en Baleares, Murcia y Almería.
  • El alemán, hablado fundamentalmente en los archipiélagos balear y canario. Había, en 2006, 173.651 ciudadanos empadronados en España de nacionalidades alemana, suiza o austriaca.
  • Idiomas bereberes, hablados por parte de los 563.012 marroquíes que residen en España. El rifeño es la lengua más hablada entre los inmigrantes de Melilla.
  • El quechua, hablado por parte de los peruanos y ecuatorianos; y el quechua sureño, por los bolivianos afincados en España.
  • El portugués, hablado por inmigrantes portugueses (principalmente en Galicia y en León) y brasileños (repartidos por toda España). Los empadronados en España de estas dos nacionalidades suman 153.076 en el año 2006.
  • El wu, lengua sinítica hablada por la mayoría de los inmigrantes chinos que hay en España, procedentes principalmente de la provincia de Zhejiang. Hay 104.681 ciudadanos de nacionalidad china empadronados en España (2006). Una fracción apreciable de estas personas también son capacez de hablar chino mandarín.
  • El búlgaro. Hay 101.617 búlgaros empadronados en España, y es la nacionalidad extranjera predominante en las provincias de Valladolid y Segovia.
  • El francés, presente en España desde la Edad Moderna a través de las colonias de comerciantes franceses asentados en ciudades como Cádiz, Sevilla, Alicante o Barcelona. Tras la Guerra de Independencia Argelina, más de 30.000 pieds noirs (franceses de Argelia) se instalaron en España, principalmente en la provincia de Alicante. En España había en 2006 90.021 empadronados de nacionalidad francesa, 29.526 de nacionalidad belga y 15.385 de nacionalidad suiza. Asimismo, hay muchos inmigrantes de países africanos que han sido colonias francesas o belgas y donde perdura el francés como lengua oficial o importante (Argelia, Marruecos, Senegal, etc.).
  • Las Lenguas del África subsahariana entre las que destacan por número de hablantes el fula, el wólof, el mandinga y el soninké.

Véase también

Referencias

  1. a b Fuente: para los años 1981, 1986 y 1991, los datos se refieren tan sólo a extranjeros con permiso de residencia a 31 de diciembre y proceden del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, citado en [1] (tomando, para el porcentaje de 1986, la población española de hecho según la estimación intercensal del INE para el 1 de julio [2]). Para los datos de 1996 y posteriores, todos los datos proceden del INE [3]
  2. Fuente: Eurostat: Población en Europa - 2005, Población en Europa - 2004 (disponible en francés, inglés y alemán)
  3. [ http://indexmundi.com/g/r.aspx?v=27&l=es Index Mundi: Tasa de inmigración neta, comparación países]
  4. "International Migration 2006", United Nations, Department of Economic and Social Affairs, Population Division. United Nations Publication, No. E.06.XIII.6, March 2006.
  5. "World Population Policies 2005", United Nations, Department of Economic and Social Affairs, March 2006. ISBN 978-92-1-151420-9.
  6. INE, telecinco.es
  7. Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE), a partir de datos del Padrón Municipal; donde se suman desde los inmigrantes nacionalizados hasta los extranjeros empadronados con o sin permiso de residencia.
  8. Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Revisión del Padrón municipal 2006. Población extranjera por sexo, país de nacionalidad y edad.
  9. INE (4 de abril de 2011). «Avance del Padrón municipal a 1 de enero de 2011». Comunicado de prensa. Consultado el 5 de abril de 2011.
  10. Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Revisión del Padrón municipal 2001. Población extranjera por sexo, país de nacionalidad y edad.
  11. Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Revisión del Padrón municipal 2006.Población extranjera por sexo, país de nacionalidad y edad.
  12. Instituto Nacional de Estadísticas (INE)
  13. Número de extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor. Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración
  14. intereconomia.com
  15. INE Población extranjera por sexo, país de nacionalidad y edad
  16. Código Civil: Libro I: Título I. De los españoles y de los extranjeros [4].
  17. INE - Movimiento natural de la población en 2005
  18. La integración y la crisis reducen los embarazos - Las inmigrantes adoptan la baja natalidad de las españolas y caen por segundo año consecutivo los permisos de maternidad, Público, 30/10/2010
  19. Los salarios reales cayeron en 2006 en medio punto según la OCDE
  20. El salario real medio ha bajado un 4% en 10 años pese al fuerte crecimiento económico
  21. CCOO afirma que el salario medio real de los españoles se estanca desde el año 2000
  22. Oberaxe. Evolución del racismo y la xenofobia en España.
  23. Los hijos de inmigrantes nacidos en España no se sienten españoles
  24. Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Revisión del Padrón municipal 2006. Población extranjera por sexo, país de nacionalidad y edad (hasta 85 y más).

Bibliografía

Enlaces externos


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