Jacinto Carranza

Jacinto Carranza
Nacimiento	1881  Uruguay, Montevideo
Fallecimiento	21 de julio de 1958, 77 años
Nacionalidad	uruguayo
Ocupación	historiador, escritor, político
Cónyuge	María Alvarez de Navia
Padres	José Ambrosio de Carranza

Jacinto Carranza (1881 - 21 de julio de 1958), historiador y político uruguayo perteneciente al Partido Nacional.

Familia

Descendiente por línea paterna del coronel José Ambrosio de Carranza y Molina, natural de Córdoba, casado en Montevideo con María Alvarez de Navia —Condesa de Cien Fuegos—, combatiente contra las invasiones inglesas y en otras importantes intervenciones militares. Por parte materna, Jacinto Carranza era descendiente de las líneas familiares que contaron con Monseñor Jacinto Vera, primer Obispo de Montevideo y de quien llevó su nombre.

Actividad

Escritor y periodista, tuvo destacada labor en la investigación por la revisión histórica, poniendo para ello su madurez científica. De este interés por la historia y el amor a la Patria, fueron principales hacedores sus tíos, el coronel Horacio Carranza Simpson, gobernador de la provincia de San Luis y el doctor José Manuel Sienra Carranza, también historiador y cuya obra fue fuente y punto de partida de don Jacinto Carranza.

Esa condición de estudioso del pasado nacional y americano, su versación en el tema y su personalidad de severas características, le otorgaron el perfil de respeto y admiración con que su persona y sus trabajos fueron considerados. Agregó, además, un profundo desinterés y un alto principismo enmarcado en los ideales del Partido Nacional en el que se basó para las polémicas que mantuvo en muchas oportunidades, en defensa del verbo oribista y en las que destacó su peculiar y cáustico estilo.

De una humildad casi ascética, acometió la labor histórica con la pasión de los iluminados, esos que están enclavados en la misma raíz de la histórica colectividad blanca, la que ha dado lo mejor de sus glorias y de sus sacrificios en pos del ideal de la independencia americana y el de la soberanía nacional.

Sus libros, numerosos y documentados, encierran un real acervo del país y del partido. En "Por sendas trilladas" describe un pormenorizado estudio de los sucesos de 1836 en adelante. También cabe mencionar "¿Cuántos eran los Treinta y Tres?", "La Tricolor de Artigas", "Oribe y los programas del Partido Nacional", "A través de una centuria", "Historia, nomenclatura y otras yerbas", "Las aguas de Lucio".

Defensor acérrimo de Manuel Oribe, destacó siempre la modestia del Segundo Jefe de los Treinta y Tres Orientales, haciendo hincapié en que no usó el título de Teniente Coronel que se le había conferido en 1823, en estos términos: "Sin pedirla, como Lavalleja la suya, le había reconocido el Cabildo Representativo de ese año de 1823, esa su jerarquía de Sargento Mayor y más aún sin gestionarla él, lo había nombrado Teniente Coronel de Caballería de Línea, condición ésta de que carecía el grado reconocido a Lavalleja, Teniente Coronel a secas... Quien de este desprendimiento venía dando pruebas y quien no tenía otro norte que reconquistar la libertad de su patria, en los momentos en que su atención estaba consagrada por entero a esta superior finalidad no iba, por supuesto, a subalternizarse haciendo cuestión de grados y de sueldos".

Falleció en julio de 1958, no llegando a ver el triunfo del Partido por el que tanto había hecho y escrito. El Directorio del Partido Nacional, al tener noticia de su fallecimiento resolvió que sus restos fueran velados en la Casa del Partido, dejando constancia en actas del pesar por la partida de "este dignísimo e ilustrado correligionario, servidor ejemplar de la causa nacionalista a la que aportó con inalterable lealtad su esfuerzo cívico y el caudal de su notable preparación en materia histórica".