José Miró Argenter

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José Miró Argenter

General de División de las guerras cubanas. Nació en Sitges, Cataluña, España, el 4 de marzo de 1851.

En España

Fue miembro del Ejército carlista en España, donde alcanzó el grado de Teniente y el cargo de jefe de compañía.

Ya está en la tierra de los indocubanos

En 1874 embarcó hacia Cuba para establecerse en La Habana. Dos años después se trasladó hacia Santiago de Cuba, donde conoció al Mayor General Antonio Maceo en el almuerzo de despedida que se le ofreciera el 8 de mayo de 1878, antes de abandonar la Isla. Colaboró con el Plan Gómez-Maceo en Oriente. En la Guerra Necesaria se alzó desde el primer día, al frente de un contingente de patriotas, en Holguín, con grado de Coronel.

Combatió como cualquier cubano, sintiendo esa patria como suya

El 14 de abril de 1895 se batió en Ciego La Rioja. Después de la llegada de Maceo a la Isla le ratificó el grado y lo incorporó a su estado Mayor. Se destacó en Peralejo, gracias al que fue propuesto al grado de General de Brigada, pero el Consejo de Gobierno le reconoció el grado el 29 de septiembre. Días después le promovieron al cargo de jefe del Estado Mayor de la columna invasora, con la cual salió desde Baraguá.

Durante la Invasión

Estuvo junto a Maceo en la Invasión y durante toda la Campaña de Occidente. Se destacó en el combate de Iguará, La Lechuza, Cacarajícara, Rubí y Bejerano. Escoltó a Maceo en el cruce de la trocha de Mariel a Majana, cayendo herido tres días después en San Pedro, donde cayó Maceo. Por su comportamiento en la Batalla de Mal Tiempo fue propuesto a General de División, pero no fue hasta el final de la guerra que se le otorgó el grado.

Marcha a Oriente

Apesumbrado por la muerte de Maceo marcha al Camagüey para continuar hasta Manzanillo, donde mostró poca actividad durante el resto de la guerra.

Tras la guerra

Fue nombrado Inspector del Departamento de Oriente. Se desempeñó como Secretario de la Junta Liquidadora del Ejército Libertador. Durante los primeros años de la República se encargó de los archivos del Ejército Libertador. Se dedicó a la historia y al periodismo. Murió en La Habana el 2 de mayo de 1925.

Durante los años 1899 a 1909 escribió "Crónicas de la Guerra", un valiosísimo y exhaustivo compendio de acciones militares y de sus propias experiencias personales, donde ofrece una pormenorizada descripción de los hechos relacionados con la muerte de Antonio Maceo durante la Batalla de Mal Tiempo, entre otras batallas y acciones de guerra.